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vive en Vicente López

La escultora Carmela Blanco combina la pasión por el fútbol y el amor por el arte

Fanática de River, prepara una exposición con algunas piezas dedicadas al club y una en homenaje a Maradona. Está en pareja con Enzo Francescoli, quien también trabaja en su taller.

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Homenaje. Blanco con la obra que realizó luego del fallecimiento del Diez. Francescoli suele ir al taller y hasta talló un escudo de River que se subastó. | CARMELA BLANCO

“La fusión del fútbol con el arte es un éxito. A la gente que es apasionada por el fútbol le gusta tener obras identificadas con su equipo”, cuenta la artista plástica Carmela Blanco. Fanática de River, hace ya un tiempo que parte de su obra está relacionada con el club de sus amores y también realiza piezas que le piden personas de otros clubes argentinos. De todas formas, su corazón es blanco y rojo y su vida está impregnada por esos colores. Incluso en su vida personal, ya que desde 2014 está en pareja con Enzo Francescoli, uno de los ídolos más importantes que tiene la institución.  

En estos días, Blanco se enfoca en la inauguración de su muestra Origen. Dentro de las piezas que se expondrán desde el 7 de abril en Anselmo Hotel, algunas están dedicadas a River. Pero una de ellas tiene cierto halo especial porque es un homenaje a Diego Maradona. “No lo conocí personalmente pero todo lo que ocurrió me conmovió y sentí ganas de plasmarlo en una pieza”, explica a PERFIL y da detalles de su trabajo, el arte en pandemia y el paso de Francescoli por su estudio.   

—¿Cómo preparás la muestra?

—Estoy trabajando un montón porque voy a presentar varios trabajos nuevos que estuve haciendo este tiempo. Estoy preparando las bases e intentando que todo esté impecable porque me encanta que cuando se vea esté todo lindo.  

—¿Qué expectativas tenés? 

—La expectativa hoy es un poco complicada. Estoy a la espera de ver si se va a poder hacer o no y de cuánta gente va a poder ir. El año pasado ya me pasó de inaugurar una muestra en el Museo de Arte Popular y a los dos días cerrarla. Esto es un hotel, es abierto y hay un montón de protocolos. Tengo expectativas de poder llevar gente que tiene muchas ganas de ir pero también miedo y es lógico. 

—¿Cómo impactó la pandemia en tu trabajo? 

—Hubo cosas buenas y malas. Lo malo es que me quedé sin poder concurrir a muestras internacionales que me habían convocado y que estuve muy limitada para moverme. Pero me sirvió para trabajar mucho en casa porque tengo la suerte de tener el taller acá. Y por otro lado las redes. Un camino que se abrió que antes no estaba tan disponible para los artistas y de repente por la pandemia hemos hecho muestras, vivos, sorteos, interacción permanente con el público y eso ayudó a crecer también.

—Una de las obras que vas a exponer está dedicada a Maradona. ¿Cómo surgió esa idea?

—Yo soy fanática de River, no de Boca. Pero reconozco que Maradona es un ícono argentino, con cosas que te pueden gustar y otras que no, y que es muy representativo de nuestro pueblo. Cuando pasó esto a mí me conmovió mucho. Tengo alrededor gente que está muy afligida y sentí ganas de plasmar todo eso en un trabajo que fuese un homenaje. Así que trabajé en esta pieza que también incluye a la Selección Argentina porque lo disfruté mucho desde ahí. 

—¿Cómo es la pieza?

—Quería hacer una cosa simbólica y la verdad me entusiasmé mucho. Terminé haciendo una camiseta de adelante y de atrás con una luz adentro que proyecta el diez y las iniciales de él en el techo. Quedó muy linda y la luz se puede cambiar para que sea de colores o blanca.

—¿Qué nombre lleva?

—Le puse Iluminado por siempre. Me lo sugirió alguien y me pareció un título que quedaba bien con esa obra. 

—¿Te llegan comentarios sobre esta obra?

—Todo el mundo me pregunta sobre ella. De hecho todavía no la quise poner a la venta y recién en la muestra la voy a empezar a vender. Me pareció lindo poder tenerla, disfrutarla, mostrarla, hacerla pasear un poco y después ponerla a la venta. Es un trabajo que quedó muy bueno y tuvo mucho éxito. A la gente que la ve le gusta mucho. 

—¿Lo conociste?

—Personalmente no lo conocía. Enzo sí y por eso yo conozco historias de él y cosas que mi pareja me ha contado. El cariño que Enzo le tenía me conmovió mucho. El día que falleció lo vi llorar a él y a mi hijo, que es muy futbolero también. Me sentí conmovida por todo eso y si bien no tenía planeado realmente este trabajo, lo hice con mucho placer y me gustó cómo quedó. 

—¿Cómo entra River en tu obra?

—Fue una idea que surgió hace un par de años y que le propuse a la Fundación River Plata para que a través de eso ingresen fondos para colaborar. Convocamos a grandes artistas de la Argentina que son fanáticos de River y se hizo una muestra que el objetivo era fusionar la pasión del fútbol con el arte. Dio muy buen resultado e incluso lo repetimos el año pasado con la pandemia y también tuvo un éxito bárbaro. Los jugadores, como además es para la fundación, se prestan y son supersolidarios. Poncio, Nacho Fernández, Armani estuvieron al pie del cañón para ayudar. 

—Antes mencionaste a Enzo. ¿Él va al taller o te da su mirada sobre las obras?

—Se generó mucho durante la pandemia, que estuvimos acá en casa guardados y ni a la puerta salimos, que él trabajó en el taller. De hecho talló un escudo de River que se subastó en el cóctel de fin de año de la Fundación del club. Él siempre pasa por el taller y le gusta estar ahí. Se interesa por mi trabajo y va a todas mis muestras. Muchas veces, sin meterse en mi trabajo porque es muy respetuoso, aporta desde su lado si le pido opinión.

—¿Cómo es como artista?

—Tiene muy buen criterio y gusto. Además, tiene muy buena motricidad fina, es prolijo y muy detallista. Hizo trabajos muy interesantes durante la pandemia. 

—Qué bueno que tenga ese espacio para sacar su costado artístico...

—Y... estás hablando de un príncipe (risas). Sí, me parece que es buenísimo que todos podamos expresar con música, dibujo, pintura o cualquier expresión artística algo que te sale de adentro que es espontáneo. Es muy bueno para sacar cosas que por ahí cuestan sacar.