Esta semana, un escándalo sacudió a los Emiratos Arabes Unidos y generó inconvenientes diplomáticos en varias naciones. La princesa Haya bint Al Hussein, hija del difunto rey Hussein de Jordania, abandonó Dubai a escondidas o junto a sus hijos para poder separarse de su esposo, Mohammed bin Rashid Al Maktoum, principal autoridad de ese país y primer ministro de los Emiratos.
Luego de varios días sin tener noticias de ella ni de los niños, se supo que estaba en Londres, ciudad donde tienen una mansión –valuada en más de cien millones de dólares– ubicada cerca del Palacio de Kensington. Haya eligió ese país porque sabía que podía recibir inmunidad diplomática, y según la agenda de la familia real, tuvo una reunión con Isabel II, quien estaría de su lado en la disputa.
Sin embargo, ese gesto político trajo inconvenientes a Inglaterra, ya que desde los Emiratos Arabes reclamaron que la princesa y sus hijos sean deportados y enviados a Dubai. Todo indica que esto no sucederá, porque ella es íntima amiga del príncipe Carlos y de su mujer, quienes estarían dispuestos a garantizar su seguridad dentro de “la isla”.
De todas maneras, esto no impidió que el emir presentara cargos contra su mujer por “secuestrar a sus hijos”. Desde CNN aseguraron que la causa ya está en la División de Familia de la Corte Suprema de Inglaterra, y que se estableció el 30 de julio como la primera fecha para la conciliación.
Para ser representado en ese país, Mohammed bin Rashid Al Maktoum contrató a la abogada Helen Ward, conocida como “la gran dama de los divorcios”. Ward defendió, entre otros, a Guy Ritchie en su separación de Madonna. Por su parte, la princesa Haya recibió ayuda de la familia real y contrató a Fiona Shackleton, quien manejó los divorcios del príncipe Carlos y Diana –creando una muy buena relación con la reina–, el de Paul McCartney, y defendió a Madonna en la ya mencionada separación con Ritchie.
Los servicios de ambas letradas superan los 500 euros la hora, pero el dinero no es un inconveniente para la princesa y su ex. La mayor disputa es por la tenencia de los hijos, Jalila, de 11 años, y Zayed, de 7. Además, hay rumores de que la princesa habría recibido maltrato del emir. Esto último no ha sido confirmado, pero no es la primera mujer de la familia que lo denuncia por este tipo de abusos.
Hace aproximadamente nueve meses, Latifa Bint Mohammed, hija del emir de Dubai, dio a conocer un video en sus redes sociales donde contaba que huía del país porque su padre la encerraba, torturaba y agredía física y psicológicamente. Cuando estaba cerca de India, el barco en el que iba fue emboscado, y ella, capturada por fuerzas policiales de los Emiratos Arabes. Fue llevada a Dubai, y desde ese momento se tiene poca información de ella.