PROTAGONISTAS
trabajo a distancia

Lanata volvió a su ex hogar a recuperarse y cuidar a Lola

Se operó el lunes de una hernia. Sara Stewart viajó a Berlín para un maratón y le dejó las llaves para que repose y atienda a la hija común.

Lanata se someterá a un "swap" de riñón. Su mujer le donará a un desconocido para que él pueda recibir un órgano.
| Cedoc

Es y ha sido sinónimo de muchas cosas. Pero más allá de con qué se lo vincule a uno de los periodistas argentinos más polémicos de los últimos años, la constante siempre ha sido una: el trabajo. Así como Susana Giménez disfruta del ocio de tanto en tanto, Jorge Lanata se siente como pez en el agua conduciendo su programa matutino en radio Mitre, o haciendo su ya clásico monólogo en Periodismo para todos.
Sólo abandona su puesto por motivos de fuerza mayor, y éstos, para él, son muy pocos. Una intervención quirúrgica como a la que se sometió el lunes pasado, por ejemplo, no es razón suficiente. El show debe continuar y sin él, eso no es posible.
Por eso el miércoles,  temprano, después de operarse de una hernia inguinal el lunes a la noche, el periodista volvió a las pistas gracias a la magia de la radio para conducir Lanata sin filtro por teléfono, mientras se recuperaba desde su departamento de Avenida del Libertador. De esa propiedad, que declara que es lo único que tiene en cuanto a fortuna, se había mudado un mes atrás, cuando se separó de Sara Stewart Brown.
“Me dolía, por eso me operé”, tranquilizó a sus oyentes el martes. “Para desilusión del kirchnerismo, estoy bien”, comentó, tan picante como siempre. Y las bromas chicaneras no fueron sólo para el Gobierno: “Hoy La Capital de Mar del Plata dice que me hice un refresh, le aviso que me hice el culo”.

A fines de agosto, después de 15 años de relación y dos de casados, la separación entre Lanata y Stewart Brown se hizo de hecho cuando él se fue a vivir a uno de los departamentos del Hotel Faena. Su ex y su hija menor, Lola, se quedaron en la residencia que en otros tiempos supo alojar a la familia de a tres –la hija mayor del periodista, Bárbara, ya no vivía con ellos. 
Pero al menos en la enfermedad siguen unidos, porque el fundador de Página/12 volvió a su ex hogar para recuperarse, aunque la operación haya sido, en sus palabras “una pavada”. Sin embargo, no tuvieron mucho tiempo para compartir bajo el mismo techo. El miércoles Sara se tomó un avión para asistir a la 40º Maratón de Berlín, una competencia que está dentro de las cinco más importantes del mundo, con más de 40 mil participantes de casi todas las nacionalidades del planeta, que se correrá mañana.
Así, todo parece planeado con perfecta sincronización: prácticamente Lanata y su ex no se cruzaron y, mientras ella está en la capital alemana, él cuida de la pequeña Lola mientras se recupera en la comodidad de su casa.