La casa, a pocas cuadras del Obelisco, tenía dos sectores: el hogar propiamente dicho y un estudio de grabación. Allí, mientras sus hijos Damián y Emanuel (de 5 y 3 años, respectivamente) jugaban al Sega, su padre, Angel Mahler, componía del otro lado sus obras musicales. La música atrapó a esos niños, que cruzaron la línea de inmediato y comenzaron a respirar ese universo sonoro; al comienzo motivados por canciones de películas infantiles que él les tocaba en el piano y ellos cantaban. “Un día nos paró frente a la tele y nos puso el final de Liberen a Willy, primero en mute y luego con sonido. Me quedó grabado ese momento, nos hizo ver la importancia que tiene la música y cómo puede potenciarlo todo”, recuerda a PERFIL ahora Damián, el hijo mayor de Angel Mahler, el reconocido músico que esta semana asumió como nuevo ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires.
“¿Qué mejor que un director de orquesta para un trabajo en equipo?”. Así, el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, presentó a este artista que montó más de 15 espectáculos que posicionaron a la comedia musical en el circuito teatral, mayormente con su ex dupla creativa, Pepe Cibrián. “Hay oportunidades que son únicas en la vida y uno tiene que decidir si mirar desde afuera o involucrarse”, dijo a poco de asumir y frente a varias críticas del ambiente que hicieron hincapié sobre su nula experiencia en el sector público.
Mahler tuvo su primer contacto con el gobierno actual del PRO cuando llevó la propuesta de cambiarle la cara a la avenida Corrientes, un trabajo que implicó la renovación de luminarias, marquesinas y veredas de los teatros. Luego comenzó a entablar relación con Rodríguez Larreta, quien a la hora de asumir le pidió, por sobre todas las cosas, inclusión.
Artista. Comenzó su relación artística con Cibrián en 1983, con el musical Calígula. A partir de allí estrenaron juntos varios otros musicales, entre los que se encuentra Drácula (1991), el trabajo que les valdría a ambos varios premios. “Es un trabajador incansable”, recuerda a PERFIL Cecilia Milone, quien formó parte de aquella exitosa obra. “Siempre supe de su vocación por la música y por el escenario, pero no sabía que podría aspirar a un cargo como éste. Lo va a hacer bien, es un tipo que vive proyectando cosas”, agrega la actriz.
Los títulos con Cibrián siguieron: hicieron El jorobado de París, Las mil y una noches, El fantasma de Canterville, Otelo, Excalibur, una leyenda musical, Mireya, un musical de tango, o Dorian Gray, el retrato. A fines de abril Pepito Cibrián comunicó oficialmente el fin de la relación. “No hay traumas,
hay decisiones”, decía el director, dejando el lugar a la duda sobre una supuesta pelea. “El ha decidido aceptar un cargo de una gran responsabilidad. Hay quienes dijeron que yo iba a obtener beneficios y por supuesto que no es así, cada uno ha seguido caminos distintos. Le deseo que pueda salir exitoso y que haga mucho por nuestra cultura”, dice a PERFIL Cibrián.
“Mi viejo es un soñador, un emprendedor en todo sentido, tiene mucha capacidad de realización. Es una marca registrada desde que tenía 18 años y formó su primera banda de rock. Tiene conocimiento del arte y la producción. La gestión pública tal vez sea algo distinto, pero sabe de gestión. Le pregunté si estaba seguro de lo que iba a hacer y me dijo que estaba decidido a involucrarse. Lo siento como un valiente. Me gustan los casos como el de él, o como el de Renán en el Colón”, dijo A PERFIL su hijo Damián.