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replanteo personal

Matías Gainza Eurnekian, a un año de la pelea familiar

Es sobrino de Eduardo Eurnekian y un enfrentamiento corporativo lo alejó del grupo. Instalado en Miami: nuevos negocios y amor.

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Su tio. “No era bueno una acercamiento compùlsivo con él por el solo hecho de acortar distancias”, dice. | Cedoc Perfil
A mediados de enero de 2016 quedó desvinculado de Unitec Blue, la empresa de nanotecnología en la que su tío invirtió US$ 300 millones. Esa salida tuvo ribetes algo escandalosos que derivaron en un juicio con directivos del grupo  y el alejamiento de Matías Gainza Eurnekian, el sobrino de Eduardo Eurnekian como director de Unitec Blue.
—¿En unos días se cumplirá un año desde que se produjo tu alejamiento de Corporación América. Cómo recordás eso?
—Con el tiempo adquirí una nueva perspectiva. Pienso que fue necesario para intensificar mi desarrollo profesional y extender mi espacio personal. La voluntad de liderazgo nunca se detiene en mí. Indudablemente fue incómodo, pero la comodidad es el enemigo del cambio. Nadie se baja de su trono si queda apresado por la comodidad. Hoy me siento en paz conmigo. Estoy identificado con mi construcción y evidentemente eso me renueva las energías. Se pasaron por momentos no gratos, pero inevitables. Lo importante es que la experiencia no fue en vano, hoy puedo darle un sentido positivo y de crecimiento.
—¿ En qué situación estás hoy en Corporación América?
—Sigo vinculado a la Corpo como accionista de varias sociedades, tanto en Argentina como en el exterior. No estoy más vinculado a tareas directivas.
—¿Desde aquello nunca más hablaste con tu tío Eduardo?
—Con mi tío podemos confrontar porque vemos las cosas de maneras distintas y podemos tener distintas estrategias y recorridos para lograr objetivos importantes. Las etapas vitales también son distintas. Pero también podemos reconocer en ambos la necesidad de conducir procesos en forma firme y vigorosa. Seguramente hemos nacido para pilotear tormentas. Para mí siempre será un referente y mi admiración hacia con él jamás va a cambiar.
—¿Hubo algún intento de acercamiento directo o a través de terceras personas?
—La dinámica de lo sucedido demandó distancia entre ambos. No era bueno para nadie un acercamiento compulsivo por el sólo hecho de acortar distancias. Cada uno debía elaborar lo sucedido y construir los pasos a seguir. Desde afuera muchas personas se mostraron ansiosas por acercarnos. Esto me hubiera perjudicado; necesité en ese tiempo la libertad de acción y de pensamiento para reestructurar mi campo profesional.
—¿Como quedó la relación familiar?
—Supieron comprender el momento. Se trata de una familia que ha superado momentos difíciles, de duelos dolorosos y agotadores.
—¿Cuándo decidiste mudarte a Miami?
—En realidad no se trata de una mudanza plena, sino de una base que me permite moverme hacia el mundo. Es una ciudad que me conecta con los protagonistas de este universo de transformación que es la nanotecnología.Por otro lado, y esto no es menor, no podría estar lejos de mi pasión predilecta que es el Racing Club de Avellaneda al cual seguramente presidiré a partir del nuevo período post electoral. El fútbol me atrae enormemente. Creo también que simboliza muchas de las cuestiones que se juegan y se expanden en el mundo de los negocios y las empresas. Podría encontrar muchas metáforas que testimoniaran lo dicho.
—¿Qué hacés específicamente en Miami?
—Armé mi propio holding, MGE Group. Estamos al frente de cuatro fábricas de nanotecnología alrededor del mundo abasteciendo a más de 32 bancos y comercializando mas de 90 millones de tarjetas bancarias. En tan sólo un año ya tenemos cartera de negocios por más de 270 millones de euros. Estamos en un excelente momento.
—¿Y a Erika Mitdank (N. de la R. una joven modelo que se hizo conocida hace unos años por ser la novia de Ricardo Fort) como la conociste? ¿Es mejor estar en pareja con alguien argentino estando afuera como dicen los futbolistas?
—A Erika la conocí por amigos en común, la conocía hace varios años. Es una relación perfecta, me agarró en un buen momento, muy tranquilo y conforme conmigo mismo, algo que considero fundamental a la hora de estar en pareja. Nos acompañamos mutuamente y cada día nos llevamos mejor. Una relación realmente sana.
—Teniendo en cuenta el problema familiar que se generó por el asunto empresario con tu tío, por casualidad empezaste a analizarte o ya con las “sesiones” con abogados insumen demasiado como para hacer un análisis de otro tipo?
—Me dedico mucho tiempo a mí mismo, leo mucho, me perfecciono en todo lo que me gusta. Mi cable a tierra son mis animales, tengo seis perros y tres loros. Ahora estoy mucho tiempo investigando y creando propuestas para mi campaña en Racing. Tengo el deseo de hacer un club único de verdad.
—Hay cierta idea de  que es mejor que la familia no se involucre en puestos altos dentro de un holding poderoso. Y se cita la experiencia de Amalita con su nieto Alejandro, y los roces de carácter más oscuros que tuvieron Pablo Perez Companc con sus hermanos y familia. ¿Qué opinás?
—Que los que se conocen son los casos que han tenido dificultades y disfunciones. Sin dudas existen casos exitosos que justamente no trascienden pues la excelencia muchas veces no es noticia. Todo depende de cómo se esclarezcan las funciones y los compromisos con el proyecto grupal. Si las reglas del juego son claras y operativas y los protagonistas valiosos y competentes los pronósticos tendrían que ser absolutamente favorables.