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Michelle Obama cumplió 50 años y tuvo un festejo atípico

Pidió a sus invitados que vayan dispuestos a bailar. Dice sentirse mejor que a los 20 y que no descarta hacerse una cirugía estética.

Popular. Ella supera a su marido en las encuestas de imagen.
| AFP

Las encuestas la señalan como una de las mujeres más admiradas en los Estados Unidos y con unos índices de popularidad más altos que los de su esposo. De hecho, Michelle Obama cumplió ayer sus 50 años con el 63% de aprobación popular gracias a sus campañas contra la obesidad infantil y a favor de los veteranos de guerra. Incluso, su rol de “mamá jefa”, como ella denomina su labor como madre de dos hijas, la ha acercado mucho a la gente.
No hay dudas, la primera dama estadounidense tuvo mucho para celebrar en su medio siglo y lo hizo con una fiesta bien a su estilo: con mucho baile que es, según dice, lo que la mantiene espléndida y joven. La fiesta fue en la Casa Blanca y con un espíritu desenfadado. “Aperitivos & traguitos & baile & postre”, así le puso de título a la fiesta para la que dio instrucciones que sorprendieron a todos: “Vengan comidos, practiquen pasos de baile y calcen zapatillas cómodas”.

Se sabe que Michelle es amante de la música y el movimiento y que lo aplica como una fórmula de vida sana junto con una dieta a base de vegetales que ella misma cultiva. De hecho, desde 2010 es la cabeza visible del programa Let’s Move! (Movámonos), orientado a que los niños tengan una dieta saludable y hagan ejercicio. Aunque ella reconoce que esa vida sana se le nota y hace que se vea mucho más esbelta en su metro  setenta, considera que la llegada de los 50 años implicará un cambio en su plan de ejercicios  para –como ella misma reconoció– evitar “caerme y no romperme la cadera”. Por eso, evalúa hacer yoga para lograr mayor flexibilidad. Tampoco descarta hacerse algún retoque que implique pasar por el quirófano. “Las mujeres deben tener la libertad de hacer lo que necesitan para sentirse bien consigo mismas. En este momento, no me imagino yendo por ese camino. Pero también he aprendido a nunca decir nunca”, dijo la esposa de Obama en un reportaje concedido  por su cumpleaños a la revista People. Según dijo, los 50 años la encuentran con “un mayor sentido de calma, segura con respecto a su madurez y con una confianza que no tenía cuando era más joven”. Y confesó que en este momento de su vida “el cielo es el límite”, y por eso seguirá buscando maneras de “tener impacto”, como madre y como profesional, cuando deje la Casa Blanca dentro de tres años.

En la nota, que saldrá a la venta el 27 de enero en Estados Unidos, Michelle asegura que no le tiene miedo a la menopausia y que incluso suele ser tema de debate con sus amigas. A su vez, aseguró que hay muchas mujeres mayores que para ella son un ejemplo a seguir. Jane Fonda es una de ellas porque es “una mujer hermosa, fuerte y comprometida políticamente”. Pero sobre todo mira a su madre, Marian Robinson: “Ella es aún mucho más sólida que yo acerca de sí misma, dice lo que piensa y hace exactamente lo que quiere hacer cada día sin pedir disculpas. Yo no soy así todavía pero tengo ganas de serlo”. Para sus propios 70, Michelle dice que le gustaría estar viajando a lejanos castillos en Irlanda y haciendo salidas de rafting. “Siempre he sentido que mi vida está en constante evolución. Tendré cincuenta y pico de años cuando deje la Casa Blanca y hay muchas cosas que aún debería hacer. No tengo derecho a recostarme simplemente en mis privilegios”, afirmó .
La alegría por este festejo no se vio opacada por la versión de una supuesta crisis irremontable del matrimonio Obama que publicó el diario sensacionalista norteamericano National Enquirer.

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