Después de un viernes donde el estupor que produjo la acusación de abuso que Pablo Perez Companc le hizo a su hermano Luis, quien comanda el grupo familiar como presidente de Molinos Río de la Plata, ayer al menos en las redes sociales el menor de los varones de la tercera familia más rica de la Argentina se mantuvo en silencio.
Su despedida igualmente fue dura y vía Instagram: “No tengo un gramo de cocaína, de marihuana o no se q mierda dice este pedófilo! Me ofrecí a hacerme el exament toxicológico y no quieren ahora! Mi vieja me llamó que me calle la boca y que estoy a disposición del juez”.
Esta respuesta la dio al enterarse de que Luis le inició una causa en el Juzgado Correcional Nº 6 a cargo del doctor Carlos Bruniard para que se realice una pericia médica completa: clínica, psiquiátrica y toxicológica para determinar si Pablo presenta algún compromiso orgánico, funcional o tóxico que altere su juicio.
Ayer PERFIL intentó sin éxito hablar con Pablo, quien, desde que regresó al país el 1º de marzo se aloja con su novia, Evangelina Ortiz, en el Porteño Building y no en el departamento que tiene en El Aleph. Igual silencio mantienen la familia y sus abogados.