Sobrevivieron a un triángulo amoroso con Isabel Macedo que terminó mal, al acoso de la prensa, a la pérdida de una hija, Blanca, de quien el miércoles se cumplirán tres años de su fallecimiento. Pero Carolina “Pampita” Ardohain y Benjamín Vicuña creen que lo que no te mata te fortalece. La modelo recientemente dio muestras de que a los rumores, aunque duelen, es mejor encararlos con una sonrisa.
“No siento nada, porque como sé que es mentira no me afecta en lo más mínimo”, se defendió con altura Pampita en la clásica gala solidaria de Fundaleu, ante las preguntas sobre el supuesto romance de su marido con su compañera de elenco en Entre caníbales, Natalia Oreiro. No bien Pampita puso un pie en el hotel Alvear –adonde llegó antes que su marido, que estaba grabando–, fue inquirida por la prensa sobre la falsa “noticia” de la que se estuvieron sirviendo varios programas de TV durante las últimas semanas. Y sin perder el ánimo ni la compostura, Pampita respondió a las preguntas de los periodistas, e incluso dejó en evidencia a un notero de Infama, el programa que lanzó el rumor: “Pregúntenle a él, que fue quien lo dijo”, dijo y se hizo un silencio entre los colegas. “Es una historia que viene desde hace diez años y hemos pasado cosas terribles. Yo que ustedes sería más respetuoso porque acá hay una familia detrás”, agregó.
Haciendo caso omiso a los de afuera, Pampita hoy se concentra en su familia y apoya a su marido, que transita uno de los mejores momentos de su carrera. Ahora se encuentran juntos en el Festival de Venecia, donde compite la película que le dio a Benjamín el papel de su vida, La memoria del agua. En el conmovedor film chileno, que debuta en la Biennale mañana, el actor encarna a un padre que pierde a su hijo y debe afrontar esa muerte con su mujer, la española Elena Anaya.