La última vez que se vieron cara a cara fue en agosto. Fue entonces cuando arreglaron un acuerdo integral de concesiones para ponerle fin a la feroz guerra que mantenían desde hacía dos años en los cuales hubo momentos más que álgidos. División de bienes y desvinculación sentimental definitiva fue lo acordado luego de tres meses de negociaciones entre los abogados Bernardo Beccar Varela y Eduardo Sande. Ahora Jorge Rial y Silvia D’Auro ya no tienen más nada que hablar, a excepción de la tenencia de sus hijas.
El martes 15 los abogados de ambos concurrieron a la segunda audiencia de divorcio programada, y la jueza Cecilia Albores no sólo rectificó el acuerdo, sino que dictó sentencia firme. Al día siguiente Jorge cumplía años y su deseo era festejar como un “hombre libre”. Y así fue. A partir de ese día, Rial y D’Auro quedaron formalmente divorciados.
Entre los bienes que le correspondieron al conductor de Ciudad Gotik figura el departamento de Belgrano donde actualmente vive con sus dos hijas y con Mariana Antoniale. El inmueble tiene, según estipuló la Justicia, un valor estimado de 900 mil dólares. Además, se quedó con Paparazzi, su usina de trabajo y que se estimó tiene el mismo valor económico.
En tanto, D’Auro obtuvo la casa en el country San Carlos valuada en unos 650 mil dólares, la productora Ideas más Ideas; la empresa Morchi SA, un departamento en Miami; una cuenta bancaria en el exterior y otros inmuebles. En total se habla de un estimado de casi cuatro millones de dólares. También, Rial acordó hacerse cargo del mantenimiento de la casa del country mencionado durante un año ya que Silvia en la actualidad no cuenta con ingresos debido a que la productora que habían montado juntos, Ideas más Ideas, no funciona más. Incluso, tiene pasivos, de los cuales también se hará cargo el conductor ya que D’Auro alegó ante la Justicia un “vaciamiento de clientes” por parte de su ex.
Oficialmente y contento por la presente situación, fue el conductor quien hizo público su nuevo estado civil: “Para los que no lo saben, acaba de salir mi divorcio, así que ya soy un hombre divorciado. Mis abogados hicieron muchísimo por mí, son amigos además, están todos acá, me ayudaron muchísimo a llegar a este momento. Hoy es un día muy especial, costó mucho llegar a esto. Mis hijas (Rocío y Morena) están en Córdoba con Mariana (Antoniale), las amo, les mando un beso a las tres. No me une absolutamente nada con quien fue mi mujer. Se llevará ella la mayoría de los bienes. La lucha enorme, con un montón de dificultades y días muy malos, hoy tuvo un final que es mi divorcio”.
Que sí, que no. Como no podría ser de otra manera, los rumores de embarazo no se hicieron esperar. De viaje en Dubai, la semana pasada, Antoniale tuiteó junto a una foto de una torta de chocolate: “¡¡Me agarró antojo de chocolate y me encontré con esto!! Mmmm @rialjorge”. Enseguida recibió una catarata de comentarios consultando sobre si el uso de la palabra “antojo” señalaba algo en particular, a lo que ella contestó con la palabra “Pancita”, sembrando más misterio aún. A lo que Rial sumó: “Tiene pancita de comerse todo el chocolate”. Ya para el cumpleaños del periodista, la modelo tuiteó una foto de él soplando las velitas junto a un texto que decía: “Feliz cumple amor. La mejor cena. Los –puso un dibujo de una mano dando a entender que se refería a “los cinco”) como siempre”. Y una vez más, las cuentas no cierran a menos que se trate de un embarazo.
En tanto, Silvia pasará este domingo su cumpleaños y el Día de la Madre con amigas en Córdoba. Más adelante, ella tiene pensado terminar de cerrar el “ciclo Rial” pidiendo la revinculación ya que desde hace un año no ve a sus hijas que están bajo la guarda provisoria del padre desde octubre de 2012. No obstante, la intención de D’Auro no es pedir la tenencia, sino poder recuperar la relación con sus hijas.
Adiós a las armas. Desde que se separaron, Rial y D’Auro tuvieron escasos momentos de tregua y muchos de tensión; conocen sus puntos débiles y los expusieron en sus respectivas cuentas de Twitter y también en los medios; luego ante la Justicia. “JR me quiere seguir extorsionando con una falsa denuncia. ¡Yo te avisé! Parece que extraña tener húmedo el habano. #manejalo. Claro, con tanta mascota en la casa, no hay leche que alcance #remojalo”, escribió Silvia hace ya casi un año cuando la palabra “Manejalo” se convirtió en una muletilla. “80 lucas en Hermes en media hora. Y después llora”, le retrucó el periodista.
La guerra online llenó páginas de revistas y acumuló seguidores durante el primer tramo de la separación. Pero ese tiempo catártico es historia y hoy reina un silencio... silencio que es sinónimo de un acuerdo que pone fin a una guerra.
La única herida abierta
Si hay algún resabio de la guerra que mantuvieron ambos durante gran parte de 2012 esa es la causa por perjuicio y chantaje en grado de tentativa que Jorge Rial le inició a Silvia D’Auro después de la publicación de la entrevista que ella dio a la revista Noticias en el último verano. El origen de la causa fueron específicamente unas declaraciones en las que, según consignó la publicación, ella denunciaba “la red de funcionarios que pagan un canon mensual a cambio de la protección periodística del conductor”.
Si bien Rial desistió como querellante en la causa por injurias, sigue su curso en la Justicia la de chantaje. De todos modos, los abogados de D’Auro son optimistas al respecto y sostienen en defensa de su clienta que la figura legal no es clara ya que, según ellos, no existe. Además, insisten en que no hay delito comprobable según los “crudos” –el material completo de la entrevista mencionada– que aportaron a la Justicia. Igualmente, en el caso de que la demanda prosperara, se estima que la sentencia implicará una probation.
Por el momento, y contento con su presente situación civil, el conductor no ha hecho mención pública sobre este tema. También, quienes lo conocen suponen que ante el nuevo panorama personal incluso desista de seguir litigando a su ex y dar por finalizada una etapa de su vida. En esta línea pueden entenderse las palabras dichas por Rafael Cúneo Libarona, uno de los abogados del conductor, quien explicó que “ningún padre quiere ver a la madre de sus hijas en una situación como ésta”.