Cuando un político de alto perfil es protagonista de una situación amorosa, las casualidades, en general, no existen. Y si el escenario se completa con una mujer periodista y una famosa ex modelo, son imposibles. Esta semana, Diego Santilli puso un poco de acción en un verano carente de personajes atractivos al oficializar su romance con Analía Maiorana en la revista Caras.
Esto sucedió de manera casi sincronizada con la publicación –en otro semanario de actualidad– de las primeras fotos de su ex Nancy Pazos junto a su actual pareja, Ignacio Iparraguirre.
Si algo faltaba para provocar curiosidad en este blanqueo simultáneo, es la “arena” elegida: Pinamar, el balneario donde casualmente la ex y la actual del funcionario macrista veranean con sus respectivos hijos y tienen sendos programas radiales en emisoras ubicadas a diez cuadras de distancia.
Combo de verano. En el caso de Analía, ésta es la tercera temporada que incursiona en la radio y aceptó nuevamente hacerlo ya que cerraba muy bien con su plan familiar. “Mi prioridad son mis hijas, Lola y Malena. A ellas les gusta Pinamar y acá tienen su grupo de amigas. Además está mamá y aunque esté corriendo de un lado para el otro, estoy contenta porque el trabajo, para mí, es salud”. Pero éste, para ella, no fue un verano como los anteriores. Y lo sabe. El manejo de los medios no le es ajeno ya que desde la adolescencia tuvo que aprender a hacerlo cuando se convirtió en una de las modelos mejor cotizadas de Pancho Dotto. También cuando a fines de 2012 con Martín Terra pusieron fin al matrimonio. “Cuando el amor no está de la manera que tiene que estar, mejor separarse y empezar de nuevo. Y no importa la edad”, dice Analía a PERFIL.
Esta semana, le tocó reactivar ese mecanismo mediático al hacerse pública su relación con Santilli. Aunque seguramente fue el político quien pautó los tiempos del guión oficial y ella se limitó a seguirlo. Durante 2013 se habló de este romance que surgió en medio de una campaña política que, en caso de un resultado poco favorable al PRO, podría haber dado pie a que se hablara del “efecto Maiorana”. Demasiado riesgo para un político con grandes aspiraciones. Sobre aquellos momentos ella dice escuetamente a PERFIL: “Cuando alguien quiere algo, lo cuida”. En ese momento ella también tenía mucha de su energía puesta en que su separación fuera tranquila ya que Martín fue la persona con la que estuvo la mitad de su vida. “Fue todo un proceso y la prioridad fueron mis hijas”, aclara. Hoy ambas aceptaron su nueva relación, y eso la tranquilizó. De todos modos, con Santilli aún no hay vidas ensambladas: cada uno en su casa y con sus hijos.
Cuando se le consulta por los tuits de Nancy Pazos responde: “No estoy al tanto; ahora estoy muy en mi mundo, no leo revistas, ni miro tele, y desde que llegué a Pinamar no me funciona el Twitter. Estoy con mi familia disfrutando de mi trabajo y voy paso a paso”.
Radio y familia. Por otro lado, a esta altura, sólo quedará en la conciencia de Nancy Pazos si ella sabía o no que Santilli estaba viviendo una relación con Maiorana. “Uno perdona la infidelidad, pero no el quiebre de la complicidad”, decía la periodista en una nota con PERFIL en septiembre de 2013 cuando la crisis con Santilli era pública.
Lo cierto es que este verano no sólo destapó la relación de su ex con la modelo sino que salió a la luz su propio affaire: Ignacio Iparraguirre, nueve años menor y con quien está desde hace cuatro meses de novia. Oriundo de Carmen de Areco, él trabaja como broker de seguros. La conoció a Nancy hace dos años en un evento y a fines de 2013, la contactó por Facebook. Ambos compartieron el descanso en Pinamar junto a Teo, Nicanor y Tonio, los hijos de la periodista.
Al frente de la conducción de Pazos en la arena, en Estudio Playa, ella como Maiorana, combinó trabajo, descanso y vida hogareña. Junto a su pareja hicieron algunas escapadas a Kaialoha, un parador playero de difícil acceso. Por eso dice que nunca se dio cuenta de que le estaban sacando fotos. Lo que sí reconoce es que hizo malabares para que sus hijos no pasaran por los kioscos y vean a su padre con su “nueva” pareja. Cerca de Nancy aseguran que la llegada del nuevo amor fue una bocanada de aire fresco y que ella trata de no dejar ningún cabo suelto. Para sus hijos, Ignacio es “un nuevo amigo de mamá” y con él tienen una relación excelente. “Sólo les dijo que le gustaba y que le hacía bien”, contaron a PERFIL.
Para ella, como para Maiorana, sus respectivos hijos son lo más importante.