Valeria Mazza se presentó el miércoles ante la Justicia uruguaya por su presunta vinculación con un emprendimiento inmobiliario en Manantiales, Punta del Este, en el que participa una empresa que integra junto a su marido, Alejandro Gravier, y al que ella prestó su imagen. Se trata del complejo residencial Selenza Manantiales, denunciado por los vecinos por serias irregularidades, que comprende un área de viviendas de lujo, un hotel, un spa y un club náutico, según el diario El País. Al ingresar al juzgado, Mazza, sonriente y distendida, negó tener una sociedad con la empresa y aseguró que su única relación es “simplemente por el uso de su imagen”. “Estoy aquí como testigo”, dijo a los medios mientras la gente se acercaba a ella para pedirle autógrafos y sacarse fotos.
La modelo llegó a Uruguay en un avión privado, y se hospedó en el hotel Embajador para luego trasladarse al juzgado en un remise BMW.
La denuncia. En noviembre de 2011, el estudio jurídico SPU en representación de los vecinos, denunció a la constructora involucrada en el proyecto Selenza Village, Odelpark SA, sociedad que integran Alejandro Gravier, su esposa Valeria Mazza y el grupo español Rayet, acusándola de presentar ante las autoridades uruguayas “información falsa y engañosa” para la obtención de los permisos ambientales.
Según el reclamo, el tamaño de las construcciones puede afectar el suelo y se obvió presentar información sobre cómo se obtendrá agua de mar para la talasoterapia, uno de los atractivos del lujoso spa.
El abogado de SPU, Mauricio Fioroni, dijo que llamó a declarar a Mazza por ser la única “persona física” que aparece como responsable del proyecto, y además su “única cara visible.” Tras la declaración de la modelo se manifestó convencido de que “su participación es muy menor” en la iniciativa y que sólo se debe a que prestó su imagen. “Fue colaboradora y tuvo buena actitud. Aún así, no explicó por qué no retiró su imagen del proyecto al conocer las denuncias”, acotó.
La modelo aparece en un anuncio promocional del complejo urbanístico como “la inspiradora del proyecto”, prometiendo a los potenciales residentes y visitantes “nuevos estándares de confort y placer”. Para los vecinos, “no respeta el entorno natural y social existente en Manantiales, y no cuenta con todos los permisos para iniciar la construcción”.
Desde la intendencia de Maldonado se defendió la legalidad de la construcción y los trámites realizados.
