Autistas tienen más sustancia gris en partes del cerebro
Los niños que padecen esa enfermedad poseen
más materia gris que otros en zonas que controlan la empatía y el aprendizaje por
observación. Tienen menos en la región vinculada a la función social.
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Cedoc
Washington - Los niños autistas tienen más sustancia gris en zonas del cerebro que controlan la empatía y el aprendizaje por observación que los otros niños de su misma edad, según investigadores estadounidenses que utilizaron una nueva técnica avanzada de toma de imágenes.
"Nuestra observación permite pensar que la incapacidad de los niños autistas de establecer relaciones con los otros y enfrentar normalmente situaciones de la vida común podría resultar de una anomalía en el funcionamiento del sistema de neuronas espejo", explicó la doctora Manzar Ashtari, del hospital de niños de Filadelfia, Pensilvania, principal autor del estudio.
Las neuronas espejo son células cerebrales que se vuelven activas cuando una persona ejecuta una acción mientras siente una emoción o una sensación, y cuando esa misma persona es testigo de acciones, emociones y sensaciones idénticas en los otros, precisó la investigadora el miércoles en la conferencia anual de la Sociedad norteamericana de Radiología.
Los investigadores descubrieron indicios de la existencia de un sistema similar en los humanos al observado en los macacos (primates) y que facilita las funciones de aprendizaje mediante la observación, la imitación así como la comprensión de los otros.
Estos investigadores llevaron sus observaciones a 13 niños autistas altamente funcionales con un coeficiente intelectual (QI) superior a 70 y a otros 12 niños no autistas. La edad promedio de ambos grupos fue 11 años.
"En un cerebro normal, una mayor cantidad de sustancia gris está vinculada a un QI más elevado", observó Ashtari, "pero en un cerebro de autista este incremento no corresponde a un mayor QI ya que esta materia gris no funciona normalmente".
Estos investigadores también descubrieron en estos niños autistas una disminución importante de la sustancia gris en la región derecha de la amígdala, lo que está vinculado a la severidad de la incapacidad de funcionar socialmente.
Los autistas que tenían los volúmenes más débiles de sustancia gris en esta zona del cerebro obtuvieron los puntajes más bajos en las pruebas que miden la reciprocidad y la interacción social.
El autismo afecta a aproximadamente 1,5 millones de estadounidenses, según las estadísticas de los Centros federales de control y prevención de enfermedades (CDC). Se manifiesta generalmente en los tres primeros años de la vida y su incidencia registra un rápido aumento en Estados Unidos.
