El dengue ya se cobró tres víctimas en Chaco. Al menos, así lo confirmó hoy el
intendente de Charata, Miguel Tejedor, quien estimó que alrededor del 17 por ciento de la población
estaría padeciendo la enfermedad, a la vez que advirtió que ahora el problema es
"darle de comer a la gente" que no puede trabajar a causa del mal.
Tejedor se quejó nuevamente de la actitud inicial de
"no informar" sobre la enfermedad por parte del Ministerio de Salud Pública de la
provincia, a cargo de Sandra Mendoza, esposa del gobernador Jorge Capitanich. Y advirtió
que la epidemia "se podría haber evitado".
Según el jefe comunal, el gobierno provincial fue informado "a través de los médicos del
hospital" de Charata, cuando "200 casos febriles fueron atendidos en un día" por lo que era "de
sospechar que era dengue". Pero, sostuvo en declaraciones a
Radio 10, "se negó que fuese dengue" y entonces el Ministerio de Salud provincial
"prohibió dar información a los medios" desde el hospital local.
"Lo que me llama un poco la atención es por qué se ocultó la información", sostuvo, tras lo
cual especuló que los funcionarios provinciales creyeron "que los perjudicaba" dar datos de la
enfermedad. En ese sentido, consideró que, "ya llegado el dengue, la culpa la tienen por no haber
actuado a tiempo", porque "lo que podría ser un brote en su momento en el barrio Fortaleza" se
convirtió en epidemia.
El funcionario estimó en
unos 6.000 los casos sospechosos de padecer esa patología, de una población de
35.000 personas que tiene Charata, es decir poco más del 17 por ciento. Además, precisó que "hemos
tenido ayer el deceso de dos personas", que se sumó a "la señorita de 18 años que había fallecido
hace unas semanas" y que el gobierno provincial evitó darlo como un caso de dengue
confirmado.
"Todos tenemos un familiar o un amigo, personal de mi gabinete, esposas de funcionarios,
con dengue", manifestó, tras lo cual insistió en que "la preocupación es muy grande".
Tejedor señaló que el problema que se ha generado tiene que ver con las necesidades de los enfermos
que no puede trabajar. "Ahora la gente no puede llevar sus jornales a su casa y ya no tiene un
plato de comida", aseguró.
Finalmente, negó, como dijo Capitanich, que el problema del dengue se haya politizado. "No
politizamos ni pretendemos politizar, el mosquito no busca a quien va a picar", concluyó.
Fuente: DyN