SALUD

Cuáles son los achaques de la vista, según las edades

Desde la niñez temprana, hasta los 70 años, conozca las afecciones más frecuentes y cómo combatirlas. La sencillez de las cirugías hoy.

Las cirugías retractivas, que corrigen anomalías como la miopía, astigmatismo, hipermetropía o presbicia, son cada vez más sencillas.
| Cedoc

La vista también tiene sus edades, al igual que sus achaques. ¿Cuáles son los problemas que pueden afectar la visión, según las distintas etapas de nuestras vidas? ¿Tienen cura? ¿Cómo pueden corregirse? El doctor Ernesto Rinenberg, director del Centro Oftalmológico Integral, y pionero en el país en las cirugías retractivas para corregir los problemas más comunes de la vista, explica a Perfil.com cuáles son las afecciones más frecuentes, según las distintas franjas etarias.

"En la niñez temprana, los problemas más frecuentes -y de solución rápida- son el estrabismo y el lagrimeo por obstrucción de la vía lagrimal", mientras que "en la niñez preescolar y escolar, hasta la adolescencia, los vicios refractivos son los que causan perdida de visión y se tratan con anteojos o lentes de contacto en caso de que la miopía, el astigmatismo o la hipermetropía sean elevadas", explica el especialista.

Las soluciones por medio de intervenciones retractivas (que con las nuevas tecnologías son cada vez más fáciles y sencillas), permiten olvidarse de los anteojos o lentes de contacto y pueden realizarse a partir de los 22 a 25 años, "cuando el ser humano llegó a la etapa final del crecimiento ocular". Es que esos problemas de la vista que requieren corrección permanente con anteojos o lentes de contacto "se pueden tratar con las modernas cirugías refractivas con excimer láser o lentes faquicos, que eliminan la dependencia", asegura Rinenberg.

A partir de los 40 años, en tanto, comienza a aparecer la presbicia o vista cansada, "que se produce por la perdida de la acomodación que padece la lente llamada cristalino y que dificulta o hace perder la visión cercana". ¿Hay solución para ella? ¿O estamos condenados a los anteojos para ver de cerca? "Por suerte -explica el médico- contamos con la terapéutica adecuada para poder no depender de ellos, ya sea con cirugía láser, con el cambio del cristalino por los nuevos lentes intraoculares que permiten ver a todas las distancias, o con el modernisimo tratamiento en gotas para la presbicia, lo que permite no usar anteojos para tareas de cerca o mediana distancia".

Pero con la presbicia, popularmente asociada con la vejez, los problemas en la visión no terminan. Es que a partir de los 70 años, otra afección amenaza a las personas. "Ya sea por envejecimiento paulatino o por enfermedad, hacen su aparición las cataratas, que es la opacificación de la lente cristalino", explica Rinenberg. Y agrega: "Actualmente es la cirugía (para su corrección) más frecuente, que se realiza con excelentes resultados, usando las técnicas de facoemulsificación y reemplazo de la catarata por una lente intraocular".

Otro de los trastornos frecuentes en la edad avanzada es el glaucoma, "un aumento de presión en el interior del ojo que daña potencialmente el nervio óptico y la maculopatía", cuenta el especialista. Y dice que se trata de "una patología ocular de origen aún desconocido que afecta a su retina, generando una pérdida de la visión central y de la agudeza visual". ¿Cómo se resuelve? Con tratamiento médico o quirúrgico.

La diabetes también obliga al cuidado del ojo, porque puede provocar lesiones. En estos casos, el tratamiento se realiza con láser o cirugía. La maculopatia, por caso, es la más temida de todas las afecciones de la vista, porque "que provoca la perdida de la visión central y porque sus tratamientos son poco eficaces". ¿Por qué? Porque sólo ayudan a detener su avance, pero en muy pocos casos ayuda a recuperar capacidad visual. "Nos debe quedar grabado que la prevención y la consulta rutinaria con el médico son el mejor y más eficaz tratamiento para cualquier tipo de enfermedad". advierte Rinenberg.

La sencillez de las cirugías. Hoy, las cirugías retractivas, que corrigen anomalías como la miopía, astigmatismo, hipermetropía o presbicia, son cada vez más sencillas. "Con las nuevas tecnologías, las cirugías con más fáciles y más útiles: cada vez duran menos, el paciente se va caminando y con los ojos destapados", señala Rinenberg.

Se trata, en efecto, de una intervención sin dolor, que se realiza con anestesia local y en la que el paciente permanece en el quirófano sólo cinco minutos. Al finalizar, créase o no, el paciente se retira viendo normalmente. Y sin usar anteojos.