SALUD
Da Mundial de la Lucha contra el Sida

El 32% de los argentinos sabe “poco o nada” sobre VIH

Si bien el 93% opinó que se trata de “un problema grave”, un 57% jamás se realizó el test. “No tengo tiempo”, fue uno de los justificativos más endebles. La opinión de los especialistas. Más información en la Edición Impresa .

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| AFP

El 32 por ciento de los argentinos declaró estar “poco o nada” informado sobre el sida, mientras que seis de cada diez personas confesaron que jamás se realizaron el test que podría determinar si son portadores o no del virus que causa la enfermedad.

Los datos surgen de una encuesta realizada a 1.005 personas llevada a cabo por la consultora TNS Gallup sobre actitudes y opiniones de los argentinos en relación con el sida. Los datos preocupan si se toma en cuenta que el VIH es un mal que afecta a 40 millones de personas en el mundo, y no se detiene.

Sin importar clase social o nivel de ingreso, casi todos los argentinos evalúan que el sida es un problema entre “bastante” y “muy grave” para el país, pese a que luego el 60 por ciento confiesa que jamás se realizaron el test. Los argumentos que justifican la falta de control llaman la atención: “No es necesario para mí”, “no se me ocurrió”, “no tuve oportunidad de contagio”, “estoy seguro de que mi pareja no está infectada”, “no me lo recomendó el médico” y hasta el inverosímil “no tengo tiempo”.

Pedro Cahn, presidente de la Fundación Huésped y de la Sociedad Internacional de Sida, expresó que “se trata de información muy interesante”. Consultado por PERFIL, analizo que “si el 93% identifica al asunto como muy importante, pero no se informa y no se hace el test, es porque se lo sigue considerando un problema ‘de los otros’ y entonces la gente se da el lujo de no estar informada o de no hacerse el análisis”.

Números. Dentro de esa disociación entre lo peligrosa que se considera la enfermedad y la actitud individual frente a ella, se destaca un dato de la encuesta que demuestra una pequeña mejoría en cuanto a la toma de conciencia.

Mientras que en un sondeo similar en 2000, el 73% de los consultados indicó que “no necesitaba cambiar su comportamiento” para evitar el contagio, hoy esa cifra se redujo al 60%. Con todo, a pesar del avance, el número de quienes se sienten omnipotentes sigue siendo alto.