SALUD
embajadora de la union europea

"Hay unos 5 mil europeos varados en la Argentina por la pandemia"

La UE apoya el trabajo que los Estados Miembros presentes en la Argentina están llevando a cabo con la Cancillería y las aerolíneas para la repatriación de sus ciudadanos en ambos sentidos. La responsabilidad social como clave.

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Maio-Coliche. En permanente contacto con Solá y las embajadas. | embajada union europea

¿Subestimaron en Europa al Covid-19 cuando no era una pandemia? La embajadora Aude Maio-Coliche, que representa a la Unión Europea en Buenos Aires, afirma que “no puedo evaluarlo” a la distancia. No obstante, marca una diferencia esencial entre los argentinos y europeos con respecto a China, que puede determinar el éxito de adoptar decisiones tempranas y drásticas, como el aislamiento obligatorio: “Cuando se hablan con los argentinos, los españoles lo hacen en un mismo idioma. Y lo que vemos con el coronavirus es que los gobiernos pueden tomar las medidas que quieran pero, al final, lo que se necesita es la responsabilidad de cada persona. Y allí el vínculo cultural, social, hasta lingüístico es fundamental”.

—¿Cómo coordinan con el Gobierno para solucionar el problema de los varados?

—Trabajamos activamente desde la delegación de la Unión Europea con las embajadas del  bloque en la Argentina con la suerte que, de 27 estados miembros, hay 21 representaciones en este país, que no es el caso en toda Latinoamérica. Hemos tenido reuniones con Cancillería y las aerolíneas europeas y compartimos información todo el tiempo vía whatsapp para resolver las repatriaciones en ambas direcciones. 

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—¿Cuántos europeos hay varados en Argentina?

—Hay unos cinco mil europeos varados en la Argentina  por la pandemia, que quieren regresar a su país, aunque estas cifras son muy evolutivas. Puede haber algunos que no se hayan manifestado aún. Otros que quizás encontraron alguna manera de volver. Confíamos en que poco a poco vamos a lograr que se concreten estos vuelos de repatriación y seguramente cuidaremos también a los que no puedan volver en lo inmediato. 

—Se denunció que hubo aerolíneas que se negaban a completar los vuelos por razones económicas...

—Todo esto es una cuestión de tiempo. Muchas empresas dejaron de operar cuando se conoció el primer decreto que establecía el cierre de fronteras aunque luego se autorizaron los vuelos especiales. Hay muchas cosas que se van modificando y se actua en consecuencia. También en Europa se toman decisiones similares. En toda crisis hay momentos tensos pero, al final, es positivo ver que los retornos se están concretando, es una cuestión de ajuste.

—¿Qué experiencia puede tomar la Argentina y Latinoamérica de Europa?

—Lo que vemos es que los países latinoamericanos están muy atentos a todo lo que ocurrió en China, primero, y luego en Europa. En Argentina se están tomando medidas muy temprano para controlar la extensión de la pandemia. Especialmente en Argentina hay un vínculo muy fuerte de la gente con Europa y me parece que mucha información vino directamente a ellos y los sensibilizó de la gravedad mucho antes de lo que los europeos lo hicieron cuando lo veían venir de China, pensando que estaba muy lejos. Esa cercanía entre nuestros pueblos hace que la gente se tome mucho más en serio la cuarentena.

—¿Considera que la respuesta debe ser global?

—El mensaje debe ser la solidaridad y la multilateralidad. Cuando fue el primer brote en China, la Unión Europea envió 56 toneladas de equipos de protección individual y se movilizaron más de 400 millones de euros en apoyo a la prevención y contención mundial de este virus. Ahora China está actuando en consecuencia y ayudando a otros países. Así es como debe funcionar. No es un tiempo de cada uno por su lado. Y con la OMS, como instancia multilateral que nos permite intercambiar experiencias frente a este tipo de problemas sin fronteras. 

—¿Cómo impactó la pandemia en la agenda de trabajo entre Buenos Aires y Bruselas?

—Cuando nos reunimos con el presidente Alberto Fernández, él nos dijo que era un europeísta convencido, lo que parecen compartir los ministros con los que me reuní en estos meses. Obviamente que esta crisis nos hizo enfocarnos en una nueva prioridad.

—El acuerdo UE-Mercosur, ¿quedó en stand by?

—El trabajo de revisión técnica se ha continuado los últimos meses. Hay cosas que ahora no se hacen pero estimo que, una vez que todos nos acomodemos para trabajar desde casa, tranquilos, la labor de fondo se va a retomar. Ya falta muy poco para terminar este acuerdo asi que no se retrasa demasiado. Pero la prioridad hoy es otra.

 

El espíritu comunitario, intacto

Esta semana, la Unión Europea decidió cerrar sus fronteras externas por primera vez en su historia, luego de que varios estados miembros del espacio Schengen de libre circulación prohibieran el acceso a su territorio para evitar un contagio mayor del Covid-19. Para la embajadora de la Unión Europea en la Argentina, Aude Maio-Coliche, se trata de una decisión que busca “poner cierto orden” en la estrategia común sin afectar la decisión de cada uno. “Hemos atravesado muchas crisis y ¿cuántas veces se ha dicho que era el fin de la Unión Europea? En toda crisis, hay un primer momento en el que los países soberanos intentan hacer lo que consideran mejor y se requiere cierto tiempo para ponerse de acuerdo. Eso es lo que pasa. Es normal porque somos democracias. No hay un poder autoritario que se impone para hacer las cosas de un día a otro.”