"Como en todas las culturas antiguas, en China se le da gran importancia a los sueños -nos cuenta Liú Ming-. Los chinos consideran que es una manera de explicar la vida y lo soñado suele ser una buena excusa para meditar. Hay una muy famosa y apreciada leyenda en China protagonizada por el filósofo Zhuang Tzé, discípulo de Lao Tsé. Él soñó que era una mariposa que volaba libremente entre las flores y se sentía feliz. Cuando despertó, no podía darse cuenta si era un hombre que había soñado ser una mariposa o una mariposa que soñaba ser un hombre. Este sueño es el disparador de toda una teoría que ocupa varios tratados y que básicamente señala que nuestro conocimiento del mundo está condicionado por nuestra propia perspectiva. Pero más acá, y concretamente relacionándolo con lo que a nosotros nos ocupa, para la medicina china los sueños también son importantes porque tienen Yin - Yang y pueden ser un síntoma de cómo está funcionando nuestro organismo”.
Cuando en el sueño, por ejemplo, no nos podemos mover ni caminar y sentimos el cuerpo muy pesado, quiere decir que hay un exceso de Yin. Las enfermedades que se relacionan con esto son aquellas de la sangre, especialmente las referidas a la mala circulación. Generalmente se trata de sueños tristes o angustiantes.
En cambio cuando hay un exceso de Yang (fuego) en el cuerpo, los sueños serán livianos; volamos o corremos velozmente y se caracterizan por ser alegres y positivos.
La nota completa, en el número 3 de "TAO, los secretos de la medicina china", la revista del médico oriental del Papa Francisco