Las caries son una enfermedad infecciosa que se caracteriza por la destrucción de tejidos duros del diente. Se trata de un trastorno muy común, solo superado por el resfriado. Afecta a cualquier persona aunque suele presentarse más frecuentemente entre los chicos y adultos jóvenes.
Se producen porque las bacterias que se hallan en la boca convierten los alimentos, especialmente los carbohidratos de la dieta, en ácidos que combinados con la saliva y otros elementos en la cavidad bucal forman la sustancia conocida como placa. Ésta se acumula unos 20 minutos después de comer. En el caso de no eliminarse, se convierte en una sustancia llamada cálculo o sarro que irrita las encías y que puede derivar en gingivitis y periodontitis.
Cuáles son los síntomas de las caries:
- Dolor de muelas repentino o que se produce sin causa aparente
- Sensibilidad en los dientes
- Dolor leve a agudo al beber o comer algo frío
- Agujeros u hoyos visibles en los dientes
- Manchado marrón, negro o blanco en cualquier superficie de un diente
En diálogo con PERFIL el odontólogo Luis Braverman (MN: 11372) explicó que hay dos enfermedades que causan la caída de las piezas dentarias: “Las dos grandes enfermedades de la boca son la caries y la gingivitis. Por la caries el diente se empieza a mover por pérdida de hueso mientras que en el segundo caso es porque no tiene sostén y se desprende”.
En la Argentina no hay datos epidemiológicos sobre la cantidad de personas que las padecen ni tampoco existe un índice de caries que mantenga un registro de las caries que tiene la población a nivel nacional. Lo que sí que hay son estudios hechos por diferentes organismos dentro de ciertas regiones.
“Más del 70 por ciento de los niños que están en edad escolar tienen caries. En la ciudad de Buenos Aires, según un estudio hecho por la cátedra de odontología preventiva y comunitaria de la UBA, a los 2 años, -es decir cuando empiezan a salir los dientes primarios- los nenes tienen cuatro caries por boca. Entre los 3 y 5 años esto se eleva a las cinco a seis y en adultos entre 25 y 44 años entre cuatro y cinco caries por boca”, detalló a PERFIL Francisco Somoza, odontólogo y jefe de trabajos prácticos de la cátedra de endodoncia de la UBA y docente de la especialidad de endodoncia (MN: 36875).
Posibles causas de las caries:
- Genética.
- Factores socioeconómicos.
- Dieta.
Cómo prevenir las caries:
- Buena higiene bucodental.
- Cepillado después de las comidas.
- Disminución de las ingesta de azúcares.
- Dieta equilibrada.
- Controles periódicos.
- Topicaciones con flúor.
- Uso de hilo dental.
Las caries generalmente no duelen excepto si empiezan a afectar los nervios o causan una fractura del diente. Sin tratamiento, pueden derivar a una infección llamada absceso dental. Otra posible consecuencia es que destruye el interior del diente que, en el peor de los casos, puede causar una extracción.
Por falta de hábitos preventivos hay una alta tasa de caries y enfermedades de las encías
La clave para que no deriven en un caso grave es la detección precoz, que la lleva a cabo el odontólogo. Es por eso que es necesario visitar la consulta de este profesional dos veces al año.
Las caries son lesiones descalcificantes e irreversibles del tejido dentario. Comienzan en el esmalte, si avanzan llegan a la dentina, tras lo cual acceden al nervio y causan los dolores. “Estos últimos son primero hiperémicos, que significa que la molestia se genera ante un estímulo y desaparece cuando éste cesa, por ejemplo si te tomás algo frío. En este caso son detecciones reversibles. En cambio, si es un dolor continuo hay que hacer un tratamiento endodóntico”, precisó Braverman.
La mejor forma de prevención es el cepillado constante. Los expertos en odontología coinciden en afirmar que pecar por exceso en este caso es favorable. “Se debe cambiar el cepillo cada tres meses cuando veamos que las hebras no están en su posición y están deshilachadas”, aconsejó Somoza. El modo correcto de cepillado es prestar atención especial en la unión de la encía con el diente en un ángulo de 45 grados. Ahí es donde ingresan las enfermedades, especialmente las gingivales.
La importancia del cepillado nocturno
El más importante de todos los cepillados es el antes de acostarse porque es cuando las bacterias tienen más tiempo para afectar a la dentadura. La lengua y los labios remueven la placa de los dientes durante el día por el roce constante. “El motivo por el que no tenemos caries en la parte de atrás en los dientes inferiores es porque la lengua limpia ahí, lo mismo para en la cara de adelante. De noche, cuando nos vamos a dormir, la lengua y los labios están quietos entonces las bacterias atacan”, expuso Braverman.
Por esta razón, antes de irse a dormir hay que remover las bacterias de la boca. El cepillado debe durar entre tres y cuatro minutos. Para que sea lo más eficaz posible existe un truco: cepillar sin pasta de dientes mientras se realiza otra actividad como mirar una serie, estar enfrente de la computadora o leer. Se deben dedicar 20 segundos a cada sector. Luego, ir al baño para aplicar el dentífrico y realizar el último lavado.