La mayoría de los enfermos de Parkinson sufren de depresión y recurren a terapias médicas alternativas que pueden poner en riesgo su salud y la efectividad del tratamiento, alertó un informe del Hospital de Clínicas.
Un sondeo realizado por especialistas del Programa de Calidad de Vida de ese hospital entre un grupo de 300 pacientes con Parkinson reveló que casi el 64% recurrió alguna vez a prácticas de medicina alternativa y complementarias al tratamiento, las cuales podían ser perjudiciales para su salud.
En tanto, los datos que maneja el Programa de Parkinson del Clínicas señalan que al menos el 50% de los pacientes con esa enfermedad pueden sufrir en alguna etapa un estado de depresión.
El Parkinson es una enfermedad neurológica que afecta a un grupo de células del cerebro, las cuales de manera gradual se degeneran y mueren.
Esa pérdida ocasiona una baja en la elaboración de una sustancia química vital para el cerebro denominada dopamina, lo que genera en el paciente síntomas como temblores, rigidez muscular, lentitud de movimientos y pérdida del equilibrio.
La enfermedad fue descripta en 1817 por el médico británico James Parkinson y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta al uno por ciento de la población mayor de 65 años.
La psicóloga Cristina Pecci, cordinadora del Programa de Calidad de Vida del Hospital de Clínicas, alertó que "cuando el paciente recurre a una terapia alternativa debe tener en cuenta que esta no pasó por un proceso de evidencia científica como al que se somete, por ejemplo, las drogas de uso medicinal".
En ese sentido, Pecci puntualizó que "en esas terapias no hay garantías de que no se le ocasione un daño al paciente, ni de que no se interfiera en el tratamiento médico".
Sostuvo que "la gran mayoría de los pacientes con Parkinson recurren a una terapia alternativa porque se lo recomendó un vecino o un amigo y a veces, pasa que toman yuyos o hierbas que interfieren con la medicación y significan un riesgo".
Indicó que "se cae en lo alternativo con la esperanza de calmar síntomas", pero acotó que "en el caso del Parkinson existe un tratamiento farmacológico para ese fin y aunque la enfermedad hasta el momento no tiene cura, los pacientes deben saber que se avanzó en la investigación y en el empleo de medicina" paliativa.
El promedio de edad de los pacientes entrevistados en el Clínicas fue de 65.8 años y de ellos, sólo el 4% tenía menos de 50 años y el 21 % se ubicaba entre los 50 y 60.
La gran mayoría de los pacientes con Parkinson entrevistados por los especialistas del Hospital de Clínicas residía en la ciudad de Buenos Aires o en sus alrededores y había un 15% que vivía en el interior del país. El porcentaje de pacientes que reconoció haber usado terapias alternativas y complementaria alguna vez en su vida fue del 63.7%.
Las terapias alternativas y complementarias de mayor uso fueron la acupuntura, la homeopatía, el yoga, los masajes y la vitamina C.
El estudio médico, también reveló que más del 9% reconoció haber consultado a un curandero o a un sanador espiritual alguna vez en su vida.
El 62% de los consultados recurrió a una terapia alternativa por indicación de un amigo, vecino o familiar y dos de cada diez pacientes, fueron por indicación de un profesional de la salud.
Al preguntar con qué finalidad habían sido usadas las terapias, el 33,7% respondió que era porque les hacía sentir bien, mientras que el 45% dijo que fue para calmar dolores y molestias físicas, buscar alivio, relajarse y mejorar la calidad de vida.
Por su parte, el neurólogo Sergio Díaz, integrante del Programa Parkinson del Hospital de Clínicas, señaló en otro informe que "se sabe es que el 50 por ciento de los pacientes pueden sufrir depresión".
Díaz explicó que el Parkinson "es una enfermedad que no tiene cura, pero tiene un tratamiento farmacológico de los síntomas motores y de la depresión que son fácilmente detectables".
Los datos que maneja ese servicio del Clínicas indican que si bien en la mayoría de los casos de Parkinson el mal se registra cerca de los 60 años, también puede observarse antes, pero cuando sucede a los 40 es que hay predisposición genética.
Fuente: Télam