Una mujer transgénero estadounidense logró amamantar a su bebé adoptivo. Se trata del primer caso documentado de una mujer transexual (nació biológicamente varón) que consigue a través de una terapia experimental dar el pecho a un recién nacido. El caso de esta mujer, que prefirió mantener su nombre en el anonimato, fue publicado en la revista Transgender Health.
Según explica el informe, la mujer, de 30 años, llevaba más de seis en tratamiento con estrógenos (hormonas sexuales femeninas) pero no tenía ninguna cirugía genital o de senos. Buscó asesoramiento médico debido a que su pareja estaba embarazada pero no estaba interesada en amamantar, por lo que “esperaba asumir el rol de convertirse en la principal fuente de alimento” para el bebé, señala el estudio, encabezado por investigadores de la Mount Sinai Icahn School of Medicine de Nueva York.
La paciente se sometió a un tratamiento durante tres meses y medio que consistió en una combinación de hormonas para inducir la lactancia en mujeres, incluyendo un aumento de estradiol y progesterona, y estimulación mamaria con extractor de leche materna. También se le prescribió un medicamento contra las náuseas llamado domperidona, que se utiliza también para impulsar la producción de leche.
De este modo, la mujer consiguió producir 227 gramos de leche al día y dar así de comer, de forma exclusiva, sin alimentos complementarios, a su bebé durante seis semanas. Luego se agregaron suplementos debido a la “preocupación de un insuficiente volumen de leche”. El desarrollo del bebé y sus hábitos alimenticios fueron normales.
Sin embargo, las autoras del trabajo, Tamar Reisman y Zil Goldstein advierten que se necesita más investigación “para determinar el tratamiento óptimo para inducir la lactancia en mujeres transgénero”. La principal preocupación radica en los medicamentos utilizados, como la domperidona, que podrían dañar al recién nacido.
“Es muy pronto para saber si el amamantamiento transgénero es seguro y nutritivo para los bebés”, sostuvo Madeline Deutsch, directora clínica del Centro de Excelencia para la Salud Transgénero de San Francisco, de la Universidad de California. “Yo no lo haría”, dijo Deutsch, ella misma transgénero y cuyo bebé de seis meses es amamantado por su esposa, quien también fue la portadora gestacional.
“La principal preocupación para mí sería la calidad nutricional”, dijo Deutsch a la AFP. Además, las hormonas para inducir la lactancia pueden llevar a cambios de humor y aumento de peso, lo cual puede operar como disuasorio en algunas personas, agregó.