Editorial Perfil cumple en 2006 sus primeros treinta años. Para celebrarlo junto al lector, diario PERFIL publica en esta edición un suplemento especial donde diversos intelectuales realizan un balance de las últimas tres décadas desde distintas perspectivas.
Magdalena Ruiz Guiñazú cuenta cómo funcionaba la Conadep. Albino Gómez describe el desencanto posmodernista y Alvaro Abós su decepción política. Hugo Chumbita hace un balance del peronismo. El creativo Omar Bello evalúa los “ladridos” de los publicistas. Luisa Valenzuela narra cómo se vivía en los cafés bajo la dictadura y con Menem. Rosendo Fraga revela las cifras de las crisis del país. Pacho O’Donnell y Horacio Salas recuerdan sus exilios. Abel González releva nuestra evolución a la hora de comer. Mempo Giardinelli afirma que en Semana Santa nació la desconfianza hacia los políticos. Eduardo Anguita se pregunta cómo serán los chicos de 2036. Pepe Eliaschev redefine la ética periodística.
Todo esto, más el primer ensayo del suplemento “30 años de periodismo”, donde Juan José Sebreli hace un racconto semiótico de las principales publicaciones de Editorial Perfil.
Con esta entrega, la editorial concluye los homenajes periodísticos por su treinta aniversario, que comenzaron con una edición de más de 500 páginas del Anuario de los Premios Perfil en el otoño pasado, y continuaron con la edición récord de casi 300 páginas de la revista Noticias, al celebrar ella misma sus 30 años contados desde la fundación de su predecesora, La Semana, que fue la primera revista publicada por la entonces recién nacida Editorial Perfil.
Este ejemplar del diario PERFIL es también otra edición récord porque ofrece 404 páginas, sumando las 272 páginas del diario (a las 176 habituales se agregan 96 páginas del suplemento de los 30 años) más las 132 de la revista Luz. Una orgía de papel y tinta, los más nobles materiales de que un editor pueda disponer.
Suplemento. La tapa de 30 Años de Periodismo que se incluye gratis en la edición impresa del Diario Perfil para celebrar el aniversario con los lectores.
Sueños de papel. Viene a cuento recordar que este año también se cumplieron cinco siglos desde que Gutenberg inventara la imprenta. Conmemorando la fecha, un columnista brasileño ironizó la semana pasada, en la revista Veja, diciendo que las letras de la palabra “libro” (en portugués: “livro”) encerraban como significado Local de Informaciones Variadas Reutilizables y Ordenadas: “El libro –escribió el autor– representa un avance fantástico de la tecnología. No precisa cables, circuitos eléctricos, ni pilas. No necesita ser conectado a nada, ni enchufado a cosa alguna. Es tan fácil de operar que hasta un niño puede manejarlo. Basta abrirlo. Este aparato tiene ventajas imbatibles”.
Lo mismo vale para el objeto revista o diario, y en las primeras dos páginas del suplemento 30 Años de Periodismo el lector encontrará reproducidas las tapas del número uno de las 105 publicaciones lanzadas o relanzadas por Perfil y sus asociadas, del país y el exterior. Verlas todas juntas reavivó mi nostalgia y el deseo de volver a repasar con el lector la etimología de la palabra editar, que comparte su raíz con educar y edificar, y la de publicar, que es “hacer público”, o sea, dar a luz.
Esos más de cien lanzamientos no tienen en cuenta las publicaciones que nacían con una duración predeterminada, como los fascículos o los coleccionables, ni tampoco las revistas que son extensiones de marca de otra publicación o especiales temáticos aunque se repitan todos los años, como Noticias Turismo, Caras Bodas u Hombre Moda, entre tantos otros ejemplos.
No son muchas las editoriales de mundo, aun en los países más desarrollados, que produjeron tanto durante estas últimas tres décadas. Corresponde destacar que tanta actividad coincidió con los años en que la Argentina soportó sus tres mayores crisis económicas.
El diario PERFIL, si bien es muy joven –apenas dos años, sumando los seis meses de su primera fundación y los 16 meses que llevamos desde la segunda–, es heredero de esa cultura periodística que hizo posible desde su inicio el producto maduro y cuidado que brindamos a los lectores.
La elección de bautizar al diario con el mismo nombre de la editorial remarca ese vínculo con todas las publicaciones que lo precedieron, muchas de ellas frustradas (de las 105 sólo 33 se continúan editando actualmente), pero muchas veces de los errores aprendimos más que de los aciertos.
Errores, aciertos, fracasos y éxitos: eso es la vida. Pero en cada una de sus fases Perfil siempre fue una editorial sin conflicto de intereses con otras motivaciones de sus directivos, ni comerciales ni políticas, exclusivamente dedicada, hipnotizada, por el periodismo, sin la menor posibilidad de que otras oportunidades, por más seductoras que fueran, pudieran sacarla de su foco. Esa dedicación tiene como únicos destinatarios a los lectores y a los anunciantes, única fuente de ingresos de Editorial Perfil. A ellos deseamos agradecerles su companía en todos estos años y prometerles nuestro renovado empeño por hacer nuestro trabajo cada vez mejor.