Una joven de 23 años, acusada de dejar morir a su hijo, luego de parir en el inodoro y abandonar al bebé dentro de un bolso, fue absuelta hoy por la Justicia de la ciudad de Paraná, que consideró que la mujer no comprendía la criminalidad de los hechos por sufrir un trastorno límite de la personalidad que casi llega a la psicosis.
La decisión fue adoptada por los jueces Juan Ascúa y Felipe Celli, de la Sala l de la Cámara del Crimen quienes interpretaron que la joven, llamada Sabrina Blanco, no comprendía la criminalidad de los hechos, mientras que el tercer integrante del tribunal, Hugo Perotti, votó por la condena a cadena perpetua, que había solicitado el fiscal Juan Carlos Almada, por el delito de homicidio agravado por el vínculo.
Los peritos establecieron que la mujer llegó a un punto tal de negación de su embarazo, que ni sintió los efectos del mismo. Su madre la había amenazado con quitarle su otra hija si llegaba a quedar embarazada de un hombre con el que mantenía una relación.
Soledad desesperante. De acuerdo al portal Noticias Paraná, el hecho ocurrió el 9 de julio de 2005 en una vivienda del barrio La Delfina, de Santa Elena, cuando el mismo día del cumpleaños de su hija, Blanco fue al baño de su casa y sentada en el inodoro dio a la luz a una beba, producto de una relación extramatrimonial con un hombre casado de 41 años.
Blanco trabajaba como agente sanitario en el Hospital de Santa Elena controlando a las embarazadas pero nunca asimiló su propio estado de gravidez. Según dijo en el juicio, no se dio cuenta que había parido esa noche.
Presa la desesperación, la acusada, la noche que dio a luz escondió el cuerpo en el ropero y al otro día lo metió en un bolso y lo abandonó, según declaró.
Cinco días después, un grupo de chicos encontró el cuerpo en el interior de un bolso La autopsia indicó que la beba murió por desangrado sin descartar que haya fallecido por asfixia por inmersión.
La joven, en su declaración, relató que su mamá al descubrir su relación con un hombre casado la amenazó con quitarle su hija si ella estaba embarazada.
Esta intimidación de la madre habría afectado a la joven, que según los peritos sufre un trastorno límite de la personalidad que casi llega a la psicosis.
La joven, introvertida e inestable, mientras que su madre era obsesiva y compulsiva con características rígidas, terquedad e influencia sobre la hija, quien llegó a un estado de negación del embarazo, ya que implicaba quedarse sin nada. De acuerdo a los peritos, Blanco eliminó los síntomas físicos del embarazo llegando hasta el extremo de no darse cuenta que había dado a luz.
