Que haría con muchos dólares? En la capital de Emiratos Arabes Unidos, es fácil: ir de compras. Lejos de las formas manirrotas del vecino Dubai, Abu Dhabi –sin la inestabilidad de muchos paises árabes– es un destino de compras cinco estrellas. Además, alberga una nueva filial del Louvre y Guggenheim, el Grand Prix, el Festival Cinematográfico y el Gourmet de Abu Dhabi. Sumado al proyecto hotelero multimillonario y una impactante mezquita, es uno de los destinos más ambiciosos del mundo.
Al caer la tarde, profesionales expatriados de Europa, trabajadores del sur de Asia, familias vestidas con dishdashas blancas (los hombres) y abayas negras (las mujeres) pasean por el malecón la Corniche, lugar perfecto para apreciar la espesura de los rascacielos. En Heritage, un antiguo fuerte artificial recrea la antigua ciudad, con recintos para camellos, tiendas beduinas y artesanos. En el café costero, Al Asalah, el jugo de sandía acompaña la vista de la bahía.
Aun sin hacer una extracción en un cajero automático que entrega lingotes de oro, vale la pena visitar el Emirates Palace Hotel. Con un costo de US$ 3 mil millones, se dice que es el hotel más caro que se haya construido. Para una cena tradicional, Mezlai tiene tiendas al aire libre donde se prueba veloute de tiburón, hígados de pollo salteados (con ajo, canela y salsa de granada) y nachif de cordero (al fuego lento en una crema de ajo y cúrcuma).