Según información provista por PROCREARTE, la primera red nacional de centros de medicina
reproductiva, en la Argentina el
10 a 15 % de las parejas de entre 20 y 40 años presenta al menos un problema
de esterilidad primaria o ausencia de un primer embarazo, lo que representaría que
al menos entre 150.000 y 225.000 argentinos son estériles y como mínimo un 30
%
podrían recibir indicación médica para realizarse tratamientos de reproducción
asistida de alta complejidad.
Sin embargo, y pese a que en promedio las parejas necesitan hacerlo tres veces para llegar a
tener su primer hijo, actualmente sólo se registran en el país
menos de 5.000 procedimientos de este tipo por año, ya que debido a su alto costo,
a la falta de planes sociales o prepagos que los cubran
son muy pocos los pacientes que pueden acceder a estas prácticas.
Esto ocurre en momentos en que debido a varias causas, como
el deseo de la mujer de ser madre a edad más avanzada o tras haber cristalizado su
desarrollo profesional, la esterilidad es
una enfermedad en incremento. Al menos, según el concepto de la
Organización Mundial de la Salud, que incluye también bajo la denominación de
“enfermedad” a aquellos procesos que alteran fisiológica o socialmente a las personas.
En este marco, la Reproducción Asistida de Alta Complejidad (RA) se presenta como una
oportunidad para alcanzar el tan ansiado sueño de ser padres. En la medicina actual, se demuestra
que un
50 % de pacientes azoospérmicos tienen la posibilidad de lograrlo, e incluso que
las técnicas de RA
superan las tasas de embarazo que la naturaleza logra ciclo tras ciclo en parejas
fértiles.
Así, mientras en nuestro país sólo se realizan 4.700 procedimientos y nacen por esa vía cerca de 1.200 chicos por año, lo que representa apenas el 0.17 % del total anual de nacimientos, en Bélgica y otros países de Europa en los que estas prácticas están cubiertas por el sistema social más del 2% de los matrimonios formales recurren a un procedimiento de RA, y el 1% de todos los nacidos son dados a luz por medio de estas técnicas. Sin dudas, una diferencia notoria.