Después de su hijo Lautaro, el primero en enterarse fue el jefe de Gobierno. Estaban los dos sentados en el comedor contiguo a la oficina de Mauricio Macri y mientras esperaban el típico bife de chorizo con ensalada que allí se sirve, ella le confesó su romance. Se rieron y se felicitaron por estar nuevamente los dos profundamente enamorados.
Y así se la ve a ella (que acaba de cumplir 45 años) y a su flamante pareja, el empresario Juan Tonelli, de 41 años.
Ayer a la tarde, fueron juntos al Café de Los Angelitos, cerca del PH donde vive Gabriela, en Balvanera. Pidieron dos cortados y se miraron fijo durante minutos, con la misma mirada perdida de dos quinceañeros enamorados. Ella le agarraba la mano a cada rato mientras él le hacía chistes. Hasta se animó a darle un beso en público, delante de todos.
Gabriela y Juan se conocen desde hace años, cuando los dos estaban casados y nunca se sintieron atraídos, según sus amigos, hasta hace poco menos de un año cuando en reuniones con colegas empezaron a sentir algo más que amistad.
Hoy se ven varias veces por semana, siempre y cuando les quede tiempo libre porque los dos llevan un vida tapada de ocupaciones; él, por sus empresas y ella, por la política, por su actividad parlamentaria como diputada nacional por el PRO.
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