Necesidad y oportunidad son los dos ejes en los que se basa el manual del emprendedor. Y en tiempos de crisis es cuando este ecosistema se activa. En ese contexto, el país no es la excepción y este año tampoco lo sería. De acuerdo con los últimos datos del Global Entrepeneurship Monitor (GEM), el estudio que mide la actividad emprendedora mundial tomando como referencia ochenta economías, 2015 fue un buen año para los emprendedores argentinos. Ya sea por la necesidad de generar un ingreso extra frente al estancamiento laboral y la fuerte inflación de los últimos años, o ante la oportunidad de una mejora laboral, el año pasado mostró un crecimiento doble: por un lado, en la tasa que mide la actividad emprendedora que venía en baja desde 2011, y pasó de un 14% a un 18%. Y por el otro, en la percepción de oportunidad de negocios, que pasó de un 32% en 2014, a un 46%. Y si bien los hombres siguen siendo quienes más emprenden, en el informe se destaca el incremento que tuvieron las emprendedoras en toda la región: en el país el año pasado las mujeres que emprendían comprendían un 16% respecto al 11% del año anterior. Y, de acuerdo al rango etario, pese a que la mayor cantidad de emprendedores está entre los 25 y los 44 años, se perciben ahora más emprendedores entre 18 y 24 años, y entre los 44 y los 64, estos últimos frente a la necesidad de seguir generando ingresos una vez que culmina su vida laboral. A nivel regional, en tanto, el estudio dice que Argentina es el país donde más crisis y cambios económicos hubo en los últimos años, con subas y bajas sostenidas en la actividad emprendedora desde la crisis de 2001 hasta la actualidad.
