Ante la presencia de miles de devotos, que se concentraron desde ayer en las inmediaciones de la capilla de Liniers, el cardenal Jorge Bergoglio pidió hoy mayor "protección" para la ciudadanía ante la inseguridad y frente a "tanta violencia" en las calles, al encabezar hoy la multitudinaria celebración en honor de San Cayetano.
"La protección que pedimos es para todas las necesidades de nuestra vida: la salud, el pan, el trabajo. También pedimos protección ante la inseguridad que produce tanta violencia desatada en nuestra sociedad", aseveró al presidir la misa central frente al santuario del barrio porteño de Liniers.
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina no apuntó directamente a las autoridades con su demanda de mayor seguridad, pero insistió en advertir que "ya sabemos que el que sale a la calle necesita protección".
En la homilía, Bergoglio también pidió a San Cayetano que proteja la fe, el amor y la esperanza de los argentinos, a quienes alentó a "no bajar los brazos" y tampoco a "apagar la mirada pensando que no vale la pena, que en este país no se puede".
El purpurado denunció, además, que "vivimos en una cultura cada vez más pagana" y criticó a quienes pretende excluir a Dios de "la vida pública" para "relegarlo a la sacristía". La frase se interpretó en ambientes eclesiásticos como una reivindicación a que la Iglesia se siga metiendo en política, sobre todo tras las críticas a obispos y laicos por su participación en el debate por el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Al finalizar la misa, Bergoglio recorrió la fila de devotos, de varias cuadras, que esperan llegar hasta el templo de Cuzco 150 para pedirle a San Cayetano pan y trabajo o bien agradecer haberlo recibido.
Las puertas del santuario de San Cayetano, que todos los años convoca a miles de fieles venerar al patrono del pan y del trabajo, se abrieron a la hora cero de hoy, en medio del tañido de las campanas, fuegos artificiales y el aplauso de los presentes. Minutos antes de la apertura del templo, una banda militar interpretó el Himno Nacional, que fue cantado a viva voz por los feligreses.
Los fieles esperaron durante semanas en carpa o a la intemperie para participar de esta fiesta de fe popular, habitual termómetro de la desocupación y la pobreza, que lleva por lema "San Cayetano: caminamos con fe pidiendo tu protección".
En víspera de la festividad, sacerdotes del templo recorrieron ayer la fila con una imagen de San Cayetano para bendecir a los peregrinos, mientras que grupos folclóricos acompañaron con sus guitarras la noche de vigilia y los minutos previos a la apertura del templo.
"Quienes decidan tocar el vidrio que protege la imagen de San Cayetano deberán realizar una cola de entre 15 y 18 horas", contó el sacerdote Gerardo Castellano, párroco del santuario, y estimó que, en cambio, la demora será de "entre 6 a 8 horas para aquellos que sólo accedan al templo por la fila central". También habrá bendiciones de objetos y se recibirán alimentos no perecederos y ropas para la Cáritas parroquial.
Fuente: DyN