Tres años y siete meses después de la desaparición de Luciano Arruga, la investigación sobre su destino descansa en un juzgado de San Justo. Tres años y siete meses después, pese a las pruebas reunidas por la familia, en el expediente por averiguación de paradero "no hay ningún elemento nuevo", como apunta Juan Manuel Combi, abogado de los Arruga.
Luciano, un adolescente de 16 años que había recibido (y rechazado sistemáticamente) ofrecimientos de la policía para robar en su barrio, desapareció el 31 de enero de 2009 en el Barrio 12 de Octubre, en el partido bonaerense de Lomas del Mirador: "Había 8 policías cumpliendo funciones esa noche en el Destacamento, pero no tenemos ningún imputado, ningún llamado a indagatoria", señala Combi a Perfil.com.
Vanesa Orieta, hermana de Luciano y batalladora del caso, acaba de armar junto a familiares y amigos una radio llamada Zona Libre, que transmite en vivo y en directo todos los sábados desde el Espacio por la Memoria Luciano Arruga, nombre del rebautizado Destacamento policial donde Luciano fue visto con vida por última vez, y desde donde redobla esfuerzos para que la investigación no quede en el olvido.
"Zona Libre es una radio que surge porque nosotros, desde el primer momento en que desaparece Luciano, pedíamos el cierre del destacamento de Lomas del Mirador, que se había inaugurado en septiembre del año 2007 por un pedido de más seguridad de un grupo de vecinos. Un lugar que se abre a instancias de un pedido de más seguridad debería haber traído más seguridad al barrio, y sabemos perfectamente, porque está probado en la causa, que los policías cooptaban a los menores del Barrio 12 de Octubre y otros barrios pobres para mandarlos a robar", cuenta Orieta.
En la radio, que tiene su propio blog, se denuncian abusos policiales y se siguen de cerca los casos de violencia que salpican a las fuerzas de seguridad: "En este lugar (por el Destacamento), Luciano fue torturado en la cocina, en este lugar mi hermano estuvo detenido por última vez. En este lugar desaparecieron a Luciano".
Orietta sostiene que el armado de Zona Libre responde a una necesidad de Justicia: "Nunca se respetó desde el municipio nuestra forma de trabajo. Lo que quiere hacer el municipio, a cargo de Fernando Espinoza, es utilizarlo como una repartición municipal. Trabajarlo de forma burocrática como lo viene haciendo hasta ahora sin solución para la gente que sufre la represión institucional. Nosotros decidimos bajarnos de esa mesa de diálogo que se había conformado para trabajar en conjunto y decidimos trabajar desde afuera para que este espacio sea libre, sin burocracia y sin funcionarios que lo único que quieren es seguir manteniendo este sistema de injusticia".
- Perfil.com: ¿Cuál es la realidad de los chicos del barrio a partir de lo que pasó con su hermano?
- Orietta: Es dura. La realidad no cambió mucho, nosotros sufrimos un gran golpe con la desaparición de Luciano. Pero la policía está igual de violenta. Es normal y está naturalizado que en un barrio pobre, un pibe gorrita, morocho, de determinada vestimenta sea parado en la vía pública y de mala forma. Es normal que a un pibe se le ponga un arma en la espalda, que se lo amenace, que se lo lleven detenido, que se lo meta dentro de una celda común con otros presos. Es normal que se los golpee, que se los violente psicológicamente. Bueno, esto es normal para todo el conjunto de la sociedad, pero no está bien y no se justifica. Son tipos que nunca van presos, que actúan en complicidad con el poder policial, con el poder político y amparados también, desgraciadamente, por algunos medios de comunicación que en vez de informar, desinforman.
Con el impulso de la familia Arruga, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) y el Centro de Estudios Sociales y Legales (CELS) se busca cambiar la caratula por "desaparición forzada" para que el caso sea investigado en el fuero federal (ver nota relacionada)
(*) de la redacción de Perfil.com.