Desde Punta del Este
Punta del Este comenzó a poblarse de turistas y con ellos aparecieron los primeros robos de la temporada. El caso más reciente ocurrió este jueves y tuvo como víctimas a cinco argentinos que descansan en una casa de la zona de Playa Montoya.
Según fuentes policiales, el golpe habría sido cometido anteayer, entre las 15 y 16, por un solitario ladrón que aprovechó que los argentinos habían bajado a la playa. Lo que se sospecha es que el autor -que estaría identificado- ingresó por una ventana del frente, revolvió las distintas dependencias y se llevó 20 mil dólares. La casa cuenta con sistema de alarma pero, según dijeron las fuentes, estaba desactivada al momento del robo.
Días atrás hubo otro caso similar en una casa cercana al puente de La Barra, donde se llevaron 15 mil dólares. El dinero robado correspondía al cobro de un alquiler. También entraron en un domicilio de la avenida Francia, cerca de la Península, donde reside una familia de argentinos. De allí escaparon con dinero y joyas por un valor cercano a los 30 mil dólares.
La seguridad en Punta del Este es una cuestión central que desvela tanto a la Policía como a los operadores turísticos. Año tras año, y con la notoriedad de ciertos delitos, cada vez hay más casas con alarma. También está creciendo el número de guardias de seguridad contratados para vigilar las viviendas por las noches. “El 95% de las propiedades que se alquilan hoy en Punta del Este tiene alarma”, asegura a PERFIL Andrés Jafif, presidente de la Asociación de Inmobiliarias del balneario.
Cuando un turista llega para alquilar una casa se le entrega un folleto que contiene medidas de prevención para evitar sufrir un disgusto. “Lo primero que hacemos es informarle al turista sobre el sistema de seguridad de la casa. Les aconsejamos no dejar ventanas abiertas ni computadoras a la vista, y tener las medidas de seguridad que tiene cualquiera en Punta del Este o en otro lugar”, agrega Jafif.
Otra ciudad. Ya no es como antes, cuando se podía dejar la puerta abierta o el auto sin seguro. “Le pedimos al turista que venga a descansar, que se divierta, pero que adopte las medidas mínimas de seguridad, como ser exigir que las alarmas donde se alojan estén funcionando, o que si van a salir cierren las puertas y ventanas”, asegura a PERFIL Juan Balbis, jefe de Policía de Maldonado, departamento en el que se encuentra Punta del Este. “En el mundo de hoy se requieren ciertos cuidados como controlar que la casa quede cerrada, no dejar valores a la vista. Son cosas que en cualquier parte del mundo, aquí o en París, hay que tener en cuenta”, apunta la ministra de Turismo de Uruguay, Liliám Kechichián.
Tanto el gobierno como los operadores turísticos destacan, sin embargo, la tranquilidad del balneario. “Comparado con Argentina somos un paraíso terrenal. En temas de seguridad nosotros bajamos dos escalones y luego los hemos vuelto a subir gracias a los reclamos insistentes que hemos hecho los privados. Comparativamente estamos muy pero muy bien. Por supuesto que pasan cosas, absolutamente aisladas y puntuales”, afirma Luis Borsari, presidente de la Cámara Uruguaya de Turismo.
En el verano pasado ocurrieron algunos robos que pusieron en alerta a quienes visitan el balneario. El más resonante fue el del heredero del imperio Fiat Lapo Elkann, ocurrido el 29 de diciembre de 2012 (ver recuadro). Le siguieron los de los empresarios argentinos Alejandro Bulgheroni y Santiago Soldati. “En estos robos grandes ha habido un alto porcentaje de datos muy exactos que hacen pensar que fueron aportados por alguien que tenía información privilegiada”, entiende la ministra de Turismo. “En ninguno de los casos pasó nada. Fueron descuidos, que por supuesto tuvieron una resonancia monumental por quienes fueron los damnificados”, añade Borsari.
El presidente de la Cámara Inmobiliaria de Maldonado, Juan Francisco Bistiancic, cuenta que los turistas andan en sus coches último modelo, descapotables, con sus joyas y sus relojes. “Viene mucha gente de dinero que a veces tienta a que los ladrones vengan, pero la mayor parte son oportunistas que se llevan un bolso, una cartera o un celular”