Agencias
Un policía federal retirado fue asesinado de dos balazos en la puerta de su casa en el barrio Don Orione, en la localidad bonaerense de Claypole, cuando un grupo de delincuentes intentó robarle el auto. Murió en el hospital. Por el caso, no hay detenidos.
Héctor Marcelo Costilla tenía 41 años y era sargento retirado de la Policía Federal. El viernes a las 23.30 fue sorprendido, en la manzana 31 del barrio Don Orione, por tres sujetos armados cuando ingresaba a su casa en su auto Chevrolet Agile. Estaba con su esposa. Los ladrones le robaron la cartera a la mujer y escaparon, pero segundos después regresaron con la idea de llevarse el auto. Ahí comenzó un enfrentamiento y el suboficial recibió dos balazos, uno en el abdomen y otro en el tórax. Otra versión sostiene que los delincuentes se llevaron las billeteras y los teléfonos celulares del matrimonio y que, no conformes con lo robado, decidieron regresar y apropiarse del auto. Lo cierto es que al darse cuenta, Costilla extrajo su arma y efectuó un disparo al aire. Ante este acto, los delincuentes respondieron a los tiros efectuando al menos unos diez disparos, de los cuales dos de ellos impactaron en el tórax y el abdomen del cuerpo de la víctima. La mujer resultó ilesa.
Según fuentes policiales, los delincuentes huyeron sin concretar el robo del auto y la víctima fue llevada al hospital de Rafael Calzada, donde falleció a raíz de las lesiones sufridas. Costilla tenía un hijo de 9 años y vivía en Claypole desde muy chico. Se había retirado de la fuerza en 2014, y su último destino había sido la División Custodias Especiales
