Con el llamado a licitación, esta semana, para la ejecución de la cuarta y quinta etapa de obras, el gobierno porteño avanza con la peatonalización de la zona comercial de Once. El plan, que está en desarrollo desde marzo de este año, estará terminado, según prevén, en el segundo semestre de 2018, y abarca el polígono delimitado por las avenidas Pueyrredón, Rivadavia, Corrientes y la calle Uriburu.
El proyecto –denominado Once Peatonal– se diseñó luego de que los manteros fueran desalojados de las veredas de ese barrio, a principios de año. Como sucede en otras áreas que ya se peatonalizaron –están terminando en Tribunales–, se busca mejorar la circulación de los vecinos y reordenar el tránsito para recuperar el uso del espacio público.
El nuevo llamado a licitación, que implica una inversión de casi $ 120 millones, contempla trabajos en las calles interiores del área. En este caso se trata de Perón, Paso, Pasteur, Valentín Gómez y Castelli, calles que se transformarán en “prioridad peatón”.
Entre los trabajos que proyectaron en la zona, se destacan la unificación y ensanche de veredas, renovación e incorporación de mobiliario urbano, arbolado, luminarias, soterramiento de cables y ordenamiento del tránsito.
La propuesta también contempla la recuperación de las fachadas de edificios históricos de valor patrimonial, entre los que se destaca la tradicional Recova de Pueyrredón, entre Rivadavia y Bartolomé Mitre.
Reacciones. Si bien las obras encaradas por el Ministerio de Ambiente y Espacio Público fueron bien recibidas por parte de los comerciantes y vecinos de la zona, también recibieron algunas críticas.
“Los trabajos arrancaron con mucho impulso, pero con los días se fueron haciendo cada vez más lentos, al punto que terminaron primero Retiro Peatonal, que se anunció después de las obras en este barrio”, aseguró Gloria Llopiz Ortiz, integrante de la ONG barrial Buenos Vecinos. “Creemos que la demora tuvo que ver con los manteros. Hasta que no se los ubicó en sus galpones, el peligro de su regreso latente obligó a desplegar gran cantidad de policías en las veredas donde ahora se está trabajando”, agregó.
En Pueyrredón al 500, Gloria Lazarides no oculta su satisfacción por los trabajos en su vereda. “Estábamos esperando estas obras desde hace diez años. Los manteros habían roto todo y era casi imposible caminar por esta zona”, aseguró la comerciante, con más de treinta años en el lugar.
Hasta el momento, se realizaron algunos arreglos en el entorno de la Plaza Miserere y la estación de trenes, se instalaron algunos refugios de colectivos y en diferentes tramos de las veredas de las avenidas Pueyrredón y Corrientes.
Para Eduardo Macchiavelli, titular de Espacio Público porteño, “la prioridad está puesta en mejorar la circulación del peatón en zonas de alto tránsito, como es el caso de Once. Con este tipo de obras, el entorno del barrio es más amigable, tanto para los vecinos como para los comerciantes”.