Cuando uno vive en el Conurbano Sur, ver a personas viviendo en la calle es moneda corriente. Si leemos las palabras “plazas”, “puertas de bancos” y “estaciones de tren” no pensamos en nadie, pero la realidad es que en estos lugares ellos subsisten.
En Lomas de Zamora, uno de los distritos más poblados, primer cordón del Conurbano Bonaerense, la recesión económica por la COVID-19 pegó fuerte. Quienes vivimos acá sabemos lo que pasa, cada día vemos a más personas sufriendo un absoluto abandono por parte del Estado.
Cansados de esta situación, un 9 de septiembre del 2020, en plena pandemia, una tarde de frío tan solo cinco jóvenes decidimos salir a recorrer las calles del centro de Lomas de Zamora y enfrentarnos a lo que tanto nos cuesta (y duele) ver. Y así surgió Deshoras Sur, un grupo de jóvenes de 17 a 27 años que quiere cambiar esta dura realidad, o al menos, hacer lo posible para alivianarla.
Nuestra actividad central es cocinar y recorrer las calles de Lomas de Zamora todos los miércoles de cada semana. Allí repartimos alrededor de 40 viandas de comida, gaseosas o cafecitos y donaciones de ropa a quienes lo necesitan. Cocinamos nosotros mismos, al principio lo hacíamos juntos, ahora tenemos mayor cuidado y cada uno lo hace desde su casa.
Recorrida tras recorrida, comenzamos a formar un vínculo con aquellas personas que viven en la calle. Hoy en día, incluso, podemos decir que tenemos amigos. Somos amigos de Maurito, quien ama escribir y por eso para Navidad le regalamos un cuaderno y ahora cada día que nos cruza siempre nos tiene preparada una carta muy especial. Somos amigos de Karina, quien llueve o truene siempre nos espera con una sonrisa en la estación de tren; y en su momento también éramos amigos de Julio, a quien le prestábamos nuestros libros ya que era un amante de la lectura. Hace unos meses no sabemos nada de él, nunca más lo cruzamos, y eso es lo que tiene esta actividad, tiene sus cosas tristes… pero también tiene sus cosas hermosas. Quien se suma a nosotros tiene que estar preparado para sentir todo tipo de emociones.
Nos autofinanciamos, de nuestro bolsillo compramos los alimentos, las bandejas plásticas, los cubiertos y bebidas. Tenemos muchos proyectos, pero en plena pandemia todo es más difícil. La idea no es quedarnos únicamente con las recorridas de los miércoles sino que soñamos en grande. Queremos tener nuestro propio lugar físico y allí poder cocinar cómodos, crear un comedor, dar clases de apoyo y cursos relacionados al arte, ecología y derecho. Y además, queremos convertirnos en una ONG para obtener mayores beneficios, pero eso sale caro.
Queremos aclarar que Deshoras no pertenece, como organización, a ningún espacio político. Somos apartidarios, nos une un solo propósito: ayudar. Cada cual puede tener su propia orientación política y participar, este un proyecto que no se adscribe a ningún color político. Hoy por hoy no recibimos ayuda de ningún tipo, ni del municipio de Lomas de Zamora ni de ninguna persona en particular. No hace falta aclarar que toda ayuda es bienvenida, ya que una panza llena es inerte a cualquier idea partidaria.
Somos nuevos en esto, pero estamos creciendo. Crear nuestro propio Instagram nos ayudó mucho ya que nos brindó una mayor exposición. Arrancamos siendo cinco, hoy ya somos más de treinta. Cada uno de nosotros es importante, cada uno aporta de diferentes maneras: algunos cocinan, algunos recorren y reparten, otros manejan las redes sociales, otros donan y difunden.
Y no, la juventud no está perdida, como muchos dicen. Nosotros estamos orgullosos, ver cómo los jóvenes sin peros se suman a nosotros nos genera esperanza. Es lindo cruzarse con gente que verdaderamente tiene ganas de ayudar. ¿Tenemos fe? Claro que sí, Argentina algún día va a salir adelante, algún día vamos a estar mejor.
Entendemos que es más fácil cuando somos más y “más” no en sentido numérico, más en sentido de manos: cada uno puede aportar de diferentes maneras, incluso quien lea esta nota puede hacerlo. Por si no quedó claro, no somos un grupo exclusivo de jóvenes sino que cualquier persona de cualquier edad puede ser voluntario de Deshoras. Pueden ayudarnos donando diferentes cosas (alimentos, ropa, productos de higiene), pueden sumarse a las recorridas tanto cocinando como repartiendo, o pueden ayudar con algo tan sencillo como donarnos un “cafecito”. Cafecito es una plataforma digital mediante la cual uno puede donar dinero, un cafecito cuesta tan solo $50.
Toda la información la encuentran detallada en nuestro Instagram @deshorassur, también nos pueden hablar a nuestro WhatsApp 1158367853 o a nuestro mail [email protected]
Les agradecemos por su tiempo, cuídense, Deshoras Sur.