Eliana Pérez, 25 años, no es una madre común. Ayer dio a luz a su hijo sietemesino por cesárea, como muchas. Pero antes de eso le dispararon en la panza en medio de un asalto, y fue su bebé el que la salvo: su bracito detuvo la bala y ambos salvaron sus vidas.
“En primer momento tenía mucha bronca, porque yo pensaba que mi bebé estaba muerto. Pero después me puse a pensar que había una oportunidad para todos y que podíamos cambiar" dijo Pérez, quien hoy se repone junto al bebé en la Maternidad de Córdoba, al diario La Voz de esa ciudad . Y agregó: " sé que me lo voy a encontrar en algún momento y que, así como Dios me perdonó, yo puedo perdonarlo a él también”.
El ataque ocurrió el domingo cerca de las 2, cuando la mujer estaba por comprar un choripán con su esposo Maximiliano Barrios, en el barrio José Ignacio Díaz 2ª sección de la ciudad de Córdoba. Dos hombres se les acercaron a bordo de una moto negra; uno se bajó y, sin decir nada, le disparó a Eliana en el vientre con un revolver calibre 22.
Los atacantes robaron la moto que la pareja usaba para trabajar y se dieron a la fuga. Barrios intentó parar un taxi, pero " los autos no frenaban para llevarla a la Maternidad, hasta que finalmente paró uno. Los médicos corrían, al cirujano lo llamaron a la casa y estuvo en cinco minutos"
El bebé nació por cesárea cerca de las cuatro, con siete meses, 2,1 kilos y de 42,5 centímetros de largo, y ayer por la tarde los médicos le retiraron la bala que había quedado alojada en el brazo izquierdo. "El bebé (en gestación) fue como protector de la mamá porque no le afectó ningún órgano", dijo una médica de la maternidad.
La madre dijo que el disparo sólo afectó "la pielcita" del niño, a quien llamó Micaías Samuel. “Los nombres los sacamos de la Biblia. Micaías significa nadie como Dios y Samuel es entregado a Dios”, declaró Pérez a la radio cordobesa Cadena 3. Y agregó que el milagro se produjo “mitad por instinto y mitad por Dios”.