Rodolfo Bomparola se defendió: "No tengo nada que ver con la causa de la cocaína", dijo a PERFIL antes de ingresar ayer al despacho de Pedro Diali, a cargo de la secretaría 10 del juzgado de Norberto Oyarbide. El hermano de la diseñadora Evangelina Bomparola es uno de los ocho detenidos acusados de integrar una banda narco vip. Incluso, fue sindicado como uno de los líderes de la organización en la que también fue implicada la modelo Zahina Rojas.
En la indagatoria, a la que tuvo acceso PERFIL, Bomparola admitió consumir drogas, pero negó comercializar estupefacientes. Según declaró, su actividad comercial tiene que ver con la venta de autos, negocio que comenzó en “Bomparola Automotores”, propiedad de su padre, con quien mantiene una pésima relación. Con Evangelina, la situación es similar. La ex de Franco Macri no se contactó con él, pese a la situación que atraviesa.
El hermano de la empresaria fue delatado por su ex pareja. Convertida en testigo protegida y con custodia, denunció a la banda en febrero. “Te voy a denunciar a vos y a tus amigos”, le habría advertido en medio de una pelea. La mujer cumplió y presentó pruebas que resultaron clave. La investigación del Juzgado Federal Nº 5 desembocó en 15 allanamientos simultáneos y ocho detenciones. Uno de los operativos terminó con el suicidio de Alejandro “Neri” Chavéz. Cuando los agentes de drogas peligrosas lograron traspasar la puerta blindada del departamento de la calle Olleros, encontraron un ambiente muy sucio y desordenado, con restos de comida en el piso. Su inquilino se había pegado un tiro.
Fuentes de la causa indicaron a PERFIL que en el operativo se secuestraron más de 7 kilos de cocaína, alrededor de 1 kilo de marihuna, 20 gramos de cristal, 25 troqueles de LSD y 5 balanzas.
Bomparola, asistido por el reconocido abogado Ramón Arigós, indicó que era Chávez quien le proveía droga para consumo personal y reconoció su amistad con otros dos detenidos: Patricio “Pato” Garrido Pineda y Gastón Mercau, con una causa abierta por estupefacientes. En su casa de Olivos, la policía secuestró una BMW X6 y un Citröen C3.
Pero también dijo que conoce a Zahina Rojas, quien es su vecina. Sobre ella dijo que “trabaja en un negocio de ropa en la calle Báez, antes trabajó en Arévalo. Mi relación se limita a salir a saludarla cada vez que salía a pasear el perro”. Los investigadores adjudican a Mercau y Bomparola el liderazgo de la banda que comercializaría cocaína y ácido entre figuras del espectáculo. Creen que Chávez era el encargado de negociar las entregas con personas de nacionalidad boliviana, en tanto que la modelo sería la encargada de la venta en restaurantes de Las Cañitas, versión que ella misma desmintió a la prensa.
Alojado hasta anoche en los calabozos de Comodoro Py, el can representa una de las mayores preocupaciones: su ex pareja quiere quedarse con la custodia del perro, un Jack Russell terrier. Desde que fue detenido acusado de integrar una banda de narcos vip, la mujer llama constantemente al juzgado de Oyarbide reclamando el can. Se trata de la misma persona que delató a la organización en febrero pasado, despechada por la ruptura de la relación.
En la requisa realizada en la casa del hermano de la diseñadora, la policía secuestró cerca de un kilo de marihuana que estaba guardado en la heladera, una planta de cannavis, un pistolón y una moto Honda Transalp. Tras el paso de los efectivos de la Federal, el perro quedó bajo el cuidado de un vecino que, a su vez, lo entregó a la madre de Bomparola. Ayer por la tarde, el detenido dejó su celda para aclarar la situación del animal. Bomparola no aceptó el reclamo. Dijo que el perro le pertenecía y que tenía los papeles de titularidad para demostrarlo. Bomparola está decaído y desorientado. Oyarbide le negó ayer, al igual que al resto de los detenidos, su excarcelación. Su próximo destino será una cárcel federal.