SOCIEDAD
Exclusivo del Diario Perfil

"Ciberhabla": el lenguaje nacido del chat y los mails

La jerga juvenil que se utiliza en el chat, el mail y los mensajes de texto es para muchos incomprensible. Pero a pesar de ello, cada día hay más adultos que la emplean. Argumentos a favor y en contra.

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| Cedoc

El acceso a internet en Argentina se popularizó, lentamente, a partir de 1997. En esta década de cibercultura, algunos males del correo electrónico se morigeraron. Pasada la novedad, decreció el uso superfluo. Hoy es más probable recibir un intento de estafa desde Africa que una amenaza de siete años de calamidades si se corta la cadena de mails. Y ya pocos pierden tiempo en enviar archivos con bloopers. No obstante, se extendió un fenómeno que pone en duda la madurez de los usuarios. Es la infantilización del lenguaje. ¿Resulta tan grave? Parece que tííí...

Dejando de lado a los más jóvenes, que escriben en una jerga incomprensible, y al círculo de amigos de mayor confianza, entre quienes se permiten licencias, algunos adultos eligen, para comunicarse con personas a las que no conocen, empezar sus mails con un “holis”. El diminutivo se traslada a las “fotis” y al “okis” (para decir que todo está OK).

Luego vienen los que hacen chistes y agregan “jajaja” o “jejeje”. Por más buena voluntad que le ponga, el receptor del mensaje suele sentirse víctima de la risa de Patán, el perro malcriado.

Personas de treinta y pico, o más, responden afirmativa o negativamente con “sip” y “nop”. También eluden la letra Q y escriben todo con K. Los defensores de esta aberración dicen que se trata de ahorrar tiempo. Pero quien lee el mail no sabe si está frente a un fanático del Frente para la Victoria o un personaje dark en crisis nihilista. Esa misma persona que alega economía de digitaciones después las derrocha haciendo caritas como :-), :-( y :-o. Peor aún, se pasa horas bajando emoticones animados.

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