El amor en tiempos modernos precisa de nuevos conocimientos como el arte de dominar los SMS o esquivar las trampas de Internet, según explica toda una nueva literatura en el mercado justo a tiempo para San Valentín.
Tras la euforia de los primeros años, entre encuentros en línea y el boom de las herramientas de comunicación, el tiempo llama a la prudencia frente a los milagros de la tecnología.
"Los encuentros jamás fueron simples, pero la era de los mensajes instantáneos, e-mails, SMS y BlackBerry, pueden convertirse en un terreno minado", señala la periodista Kristina Grish, autora de The Joy of Text (La dicha del texto), que pretende ayudar a las mujeres a manejar mejor sus "aventuras electrónicas".
El libro describe la espera, el defasaje con la realidad, los malentendidos: "Las 'tecno relaciones' hicieron de mujeres normalmente calmas, mujeres increíblemente dependientes".
Pero como la red propone también una oferta única de encuentros, son convenientes tomar algunos recaudos en materia lingüística.
Reglas de oro para encontrar el alma gemela: describirse de manera honesta, sin omitir la edad, el peso, la situación familiar, evitar nombrar las cualidades de uno, agregar una foto de no más de seis meses de antigüedad, y cuidar la escritura.
"El estilo dice mucho de usted", dijo la autora, que recuerda que escribir en mayúsculas en la jerga electrónica equivale a gritar. No hay que abusar de los puntos de exclamación: "si no la mayoría de los hombres no sentirán ganas de seguirle su entusiasmo".
Hay que aprender a eliminar un eventual Cyrano, observando la puntuación o vocabulario inconsistentes. Es recomendable también destinar como máximo tres días para responder los correos electrónicos, y no más de tres minutos para un SMS.
Virginia Vitzthum, periodista neoyorquina encargada de una columna editorial de sexo (para el periódico Salon.com), no esconde su escepticismo.
Ella entrevistó a 16 veteranos de las salidas en línea, y encontró como algunos esperan meses antes de conocer a su "pareja", otros que fijan fecha enseguida y otros no ven bien la idea de un encuentro.
"Por primera vez, me animé a preguntar lo que quería", se alegran algunos internautas, mientras otros terminan por fijar una cita. Su receta: "suerte, tenacidad, instinto".
Pero incluso la periodista indica que en 6 años tuvo 65 citas gracias a Internet, pero que ninguna llegó a una relación de más de 15 días en oposición a sus encuentros de 'la vida real'.
"Mi atroz balance no es el único", asegura, al describir un espacio de creatividad pero también de mentiras inevitables, donde la oferta es amplia y la presión también, donde la apertura y cortesía disminuyen.
Estos sitios conocieron su pico en 2003, antes que su crecimiento se estancara en Estados Unidos, donde viven 90 millones de solteros según un censo (en la costa Este la mayoría son mujeres, y hombres en la costa Oeste).
"No quiero eliminar una tecnología que trajo amor a tantas personas, pero realizaré una larga pausa", dijo Vitzthum, animándose a proponer algunas recomendaciones para el éxito: presentarse como uno es, elegir un sitio en Internet que permita elegir y, sobre todo, seguir conectado a la realidad.