Con la presencia del ex presidente Néstor Kirchner (que llegó 20 minutos tarde), el jefe de Gabinete Aníbal Fernández, el vicepresidente Julio Cobos, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo Estela de Carlotto y el juez español Baltazar Garzón como uno de los principales oradores, comenzó esta mañana el acto por el 16° aniversario del atentado contra la sede de la mutual judía AMIA. También fueron invitados familiares de las víctimas de los atentados a las Torres Gemelas de Nueva York (2001) y de la estación ferroviaria de Atocha en Madrid (2004).
En el mismo lugar (Pasteur 633, en el barrio porteño de Once), y a la misma hora (9.53) en que se produjo el estallido el 18 de julio de 1994, comenzó a sonar la sirena que dio inicio al acto, cargado de simbolismos: entre ellos, la presencia del Garzón, magistrado que se encargó de juzgar a represores argentinos por las desapariciones y asesinatos de ciudadanos españoles, además de investigar las desapariciones durante la Guerra Civil Española y de la dictadura Franquista, por lo que fue suspendido. También se hizo eco de la presencia de Estela de Carlotto, al tiempo que se hacía una vez más mención a su candidatura como Premio Nobel de la Paz.
“La democracia es incompatible con la impunidad”, señaló el juez español en su discurso, que era atentamente escuchado por Kirchner. Y cuestionó duramente al sistema judicial argentino por la "incompetencia" para hayar con celeridad a los autores del atentado contra la AMIA. "La Justicia tardía, no es Justicia", sentenció Garzón.
En esa misma sintonía se pronunció el presidente de la AMIA, Guillermo Borger, que aseguró hoy que "jamás bajaremos los brazos" en "el sagrado e intransferible mandato de buscar justicia" para las 85 víctimas del atentado contra la mutual judía. Y reclamó al Gobierno que " extreme y agote todas las medidas a su alcance" para detener y condenar a los responsables.
Las críticas también alcanzaron al jefe de Gobierno Mauricio Macri, sobre todo por las supuestas escuchas ilegales sufridas por Sergio Burstein, integrante de la AMIA. "Nos inventaron causas para escucharnos ilegalmente. Este fue el costo que nos hicieron pagar por reclamar al jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires la destitución de quien estaba a cargo de la Policía Metropolitana (Jorge "Fino" Palacios), involucrado en el encubrimiento del atentado", señaló Marina Degtiar, hermana de una de las víctimas del atentado, que también fue oradora del acto.
"Venimos a elerigirnos como soldados de la memoria y de manera pacífica pedir que los países del mundo se unan contra el terrorismo fundamentalista", señaló Degtiar durante el acto. Y destacó: "Todas estas miles de personas y la sociedad argentina va a seguir cada año condenándolos socialmente y denunciándolos en el marco de la ley, por todas las víctimas".
Las críticas también alcanzaron al jefe de Gobierno Mauricio Macri, sobre todo por las supuestas escuchas ilegales sufridas por Sergio Burstein, integrante de la AMIA. "Nos inventaron causas para escucharnos ilegalmente. Este fue el costo que nos hicieron pagar por reclamar al jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires la destitución de quien estaba a cargo de la Policía Metropolitana (Jorge "Fino" Palacios), involucrado en el encubrimiento del atentado", señaló Marina Degtiar, hermana de una de las víctimas del atentado, que también fue oradora del acto.
"Venimos a elerigirnos como soldados de la memoria y de manera pacífica pedir que los países del mundo se unan contra el terrorismo fundamentalista", señaló Degtiar durante el acto. Y destacó: "Todas estas miles de personas y la sociedad argentina va a seguir cada año condenándolos socialmente y denunciándolos en el marco de la ley, por todas las víctimas".