Para sofocar un incendio en una planta de hidrocarburos se requiere la utilización de espumas y agentes químicos especiales. La espuma es un concentrado emulsor que se diluye en agua entre el 3% y el 6% y se deposita sobre la superficie de evaporación extinguiendo el fuego por sofocación.
Al ser el agua más pesada que el hidrocarburo, se corre el riesgo de aumentar el volumen del tanque siniestrado con el consecuente riesgo de desborde. Por lo tanto, se necesita un manto covertor que impida el contacto con el oxígeno. Se trata de grandes cantidades de agua y concentrado emulsor aplicados en forma simultánea.
Normalmente, los tanques de almacenamiento de combustibles tienen una instalación fija para generar espuma. Es un cilindro que recibe el concentrado que cae dentro del tanque. También se utilizan monitores duales de espumas y polvos químicos en cañerías fijas que van por la periferia de la planta.
En estos casos, no es aconsejable la utilización de un avión hidrante para sofocar el incendio. Unicamente se deben usar extintores especiales.
Un incendio en una planta de almacenamiento puede llegar a durar varios días. En una planta de Texas, EE.UU., se produjo un siniestro similar que duró casi una semana. Recién se pudo apagar el fuego tras la utilización de miles de litros de concentrado emulsor sobre las llamas. Este siniestro se había producido por la caída de un rayo que afectó un tanque cuyo contenido luego se esparció por toda la instalación.
*Especialista en Seguridad contra incendios en edificaciones, INTI.