Hugo Tognoli está procesado por el delito de encubrimiento agravado en concurso real con amenazas coactivas. Se investiga si el ex jefe de la Policía de Santa Fe, cuando estaba al frente de Drogas Peligrosas, utilizó una filmación que se usó para extorsionar a Norma Castaño, titular de la ONG Madres Solidarias, quien lo había denunciado por proteger a dos hombres detenidos por narcotráfico (Daniel Mendoza y Fernando Torres).
Además, fue procesado como coautor de los delitos de “tenencia y comercialización de estupefacientes en forma organizada” con otros dos policías y el presunto narcotraficante de Villa Cañás Andrés Ascaíni. En el caso de Tognoli, la figura es “agravada” por tratarse de un funcionario público.
De acuerdo con la acusación, Ascaíni llamó a la comisaría de Villa Cañás para preguntar a quién pertenecían dos vehículos que lo seguían.
Según el expediente, el cabo Quintana avisó a Ascaíni que los vehículos pertenecían a la PSA, tras una averiguación que se hizo mediante una clave de acceso al Registro Nacional de Propiedad Automotor a nombre del comisario Fernández, lo cual le permitió eludir un allanamiento de la fuerza federal.
El fiscal Juan Murray considera que Tognoli no verificó que un subordinado suyo empleara una clave con un fin que no era el debido.
“No conozco a Ascaíni”, dijo Tognoli a PERFIL y sobre Castaño manifestó: “Cambia constantemente las declaraciones. ¿Qué validez se le puede dar? El problema de la señora es cuando a sus parejas, todos policías, no les dan el destino que ella quiere. Su denuncia es un absurdo”.
“Lo único que dice son mentiras”, responde Castaño ante los dichos de Tognoli. “Yo lo denuncié porque encubría a los narcotraficantes para que hicieran su negocio y él les cobraba un canon, pero sé que este juicio está todo arreglado y va a salir por falta de mérito. El poder político no va a querer tener inconvenientes en época electoral ni que se descubra que una persona de la fuerza, como Tognoli, cubría a los narcos, recaudaba plata y después la repartía entre él y los de arriba”, se defendió en diálogo con PERFIL.
“Estamos contentas porque la condena social ya la tiene y yo tengo la conciencia tranquila. En cambio, con su accionar se destruyeron muchas familias. No sé si puede dormir tranquilo”, concluyó.