Arribos nacionales. Detrás del cartel azul de Aeroparque se agolpa la hilera de taxis. Un “moncho” con pechera negra y el nombre del sindicato en amarillo les da el pase al “refugio” donde más de veinte pasajeros esperan un auto. La mayoría de los que están en la fila no son porteños ni viajan con frecuencia a Buenos Aires.
Los conocedores saben que esa parada no es buena opción. Lo mismo sucede en Retiro. Pasajeros y taxistas contaron a PERFIL cuánto “cuesta” cada parada, cómo se duplica el precio de los viajes y a qué se enfrentan quienes no “transan”.
En la jerga del taxista, el “moncho” es una persona dispuesta por el sindicato en las paradas masivas para ordenar los autos. Pero serían, además, quienes reciben el dinero que cada taxista paga por trabajar allí. La de Aeroparque no baja de $ 50 por día. Sólo cuando la fila de pasajeros es demasiado extensa permiten a otros operar ahí.
“La otra vez fui a buscar unos pasajeros, los estaba esperando y vino un móvil de la Policía Aeroportuaria a sacarme. Ellos son los que arreglan con el sindicato por la parada. Decí que tenía el radio y se lo pude mostrar”, contó Mario.
Roberto, otro taxista, dijo, asustado, que “fueron los del sindicato los que vinieron a apretarme. La avenida que sale de Aeroparque es larga, en un semáforo se me pararon dos coches, uno de cada lado, me dijeron que no apareciera más que me iban a destrozar el auto”. PERFIL se comunicó con la Policía de Seguridad Aeroportuaria, pero no hubo una explicación oficial.