La ciudad de Buenos Aires amaneció hoy sin servicio de subterráneos por sexto día consecutivo y volvieron a repetirse escenas como colectivos repletos de pasajeros y paradas de ese medio de transporte donde el malhumor de la gente se hizo sentir.
Pero bajo el asfalto, en estos días los trabajadores sobrellevaron la protesta como pudieron y prácticamente se instalaron a vivir entre los vagones y andenes.
Andrés Fontes, delegado de la línea C del subte, advirtió que "si este paro es histórico, es precisamente por él", en dirección al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, al que culpó porque "cuando apareció en escena (para hacerse cargo y luego declinar de esa responsabilidad), aparecieron los problemas".
El dirigente manifestó que la medida se extenderá "hasta que haya realmente una responsabilidad de parte de la empresa Metrovías, que tenga una oferta o una contraoferta formal a nuestro pedido de paritarias".
"Estamos pidiendo 28 por ciento (de aumento salarial) porque es una cifra que se acerca a lo que sería una inflación real en 20 ó 30 productos del supermercado", explicó Fontes en declaraciones a Radio 10.
Mientras tanto, volvieron a repetirse hoy, como desde el lunes, las escenas en distintos puntos de la ciudad con colectivos abarrotados de pasajeros y las paradas con mayor cantidad de gente que la habitual, donde abundaron las quejas por la prolongación de este conflicto.
El paro comenzó el viernes a las 21 y a partir de allí no hubo más servicio en ninguna de las seis líneas del subte y del Premetro, en medio de la pasividad de los gobiernos de la Nación y la Ciudad, que siguen sin interceder para que se levante una medida que afecta a 900 mil usuarios del subte cada día.