Analía Barone tiene 30 años. Vive en Palermo, cerca de la estación Bulnes, pero no puede usarla: al no tener ascensor, para ella, que está en silla de ruedas, es inaccesible. “El tren y el subte no cuentan como posibilidad. El colectivo sí, pero siempre acompañada, porque muchas veces no paran”, cuenta. El año pasado, mientras participaba de una actividad en el subte como voluntaria de Acceso Ya, tuvo una situación insólita: quedó “atrapada” en Uruguay, de la línea B, porque el ascensor que salía a la calle no funcionaba. “Tuve que volver a la estación cabecera para salir, no tenía otra manera”, dice.
Es que por su antigüedad, casi todas las estaciones tienen un diseño inaccesible, y algunas directamente no tienen espacio ni para escaleras mecánicas ni para ascensores. Sin embargo, desde la ONG trabajan para que las que sí se conviertan en una alternativa, y se quejan por la demora en el plan de adecuación que tiene Sbase, por el cual para 2020 se incorporarán ascensores y escaleras mecánicas en varias estaciones, como Plaza Miserere, Federico Lacroze, Constitución y Plaza de los Virreyes. Desde Sbase sostienen que los trabajos ya comenzaron en Constitución, por ser la estación con más circulación de pasajeros.