Mas seguridad, operativos en los accesos, más efectivos en las calles, más control del tránsito y un estricto monitoreo de la venta de alcohol a menores son las prioridades que se han planteado las autoridades de Pinamar para la próxima temporada.
Según el intendente electro, Roberto Porretti, la idea es que Pinamar deje de lado su fama de " zona liberada en la que cualquier cosa está permitida" y vuelva a ser " el destino para la familia que alguna vez fue".
Para lograrlo tendrán 36 efectivos y dos patrulleros más que el año pasado, además de binoculares de visión nocturna e infrarroja. La otra herramienta con la que quiere contar el intendente es con el morfotouch, un aparato que, con sólo apoyar el pulgar, brinda información sobre el individuo que lo tocó.
Otro de los temas a los que se le dará particular importancia es al control de la venta de alcohol a menores y el ingreso a los boliches. Además, aseguran que de no cumplir con todas las reglas y condiciones de seguridad, los boliches no podrán funcionar.