SOCIEDAD

Crean Barbies de la Virgen, de Jesucristo y de los santos

Dos artistas rosarinos tomaron los muñecos para representar imágenes religiosas.

Artistas. Marianela Perelli posa con Emiliano Pool Paolini y su obra. Están de novios desde hace seis años y trabajan juntos. Compraron muñecos usados y los restauraron.
| Cedoc Perfil

“Desde tiempos inmemoriales, la mujer fue la modelo guía para dibujar a las vírgenes. Como fue cambiando la imagen femenina, las santas también atravesaron esos distintos pasajes.

En la actualidad, el estándar de ‘chica 10’ es Barbie: el modelo de mujer rubia, con implantes mamarios y una cintura moldeada. Entonces, ¿por qué escandalizarnos si fusionamos a una Barbie con la Virgen María?”, reflexiona el artista Emiliano Pool Paolini (31).

Junto a su pareja y colega, Marianela Perelli (35), creó la colección “Barbie, The Plastic Religion”, que reúne 33 figuras de Barbie y Ken adaptadas no sólo a la iconografía de la religión católica sino también a los santos paganos, como el Gauchito Gil, la Difunta Correa y hasta San La Muerte.

Esta semana se difundieron las primeras imágenes de su obra y estalló la polémica, que trascendió las fronteras. Distintos medios de Latinoamérica, Europa y Asia cuestionaron sus “muñecas vírgenes”, que expondrán en la muestra Santos y pecadores, próxima a inaugurarse en el Museo de Arte Contemporáneo POPA, en La Boca.

Ellos enfrentan la repercusión y las críticas con fundamentos propios. “Fusionamos todas las figuras que se venden en santerías con la muñeca más vendida del mundo. Fue como la fórmula perfecta, como mezclar Coca con Fernet. Unimos a ‘la uno’ de las muñecas y al ‘uno’ de lo popular, porque no hay nada más popular que la religión”, sigue Pool, y no esquiva responder sobre las críticas: “Un obispo del Vaticano dijo en un diario italiano que ellos son los dueños de la imagen de la Virgen. Me pregunto: ¿hasta cuándo los obispos son los dueños? Si yo también pertenezco a la religión, ¿por qué la Virgen no me pertenece? Yo no soy un profano”.

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Emiliano y Marianela cuentan que son católicos, y que ambos fueron bautizados. Ella nació en San Nicolás, y desde chica tuvo un vínculo especial con la Virgen. “Elegí bautizarme a los 15 años por elección. Mis padres no quisieron imponerme ningún credo. Me crié viendo al Ekeko como la única figura religiosa a la cual adorábamos”, dice Perelli. En cambio Pool, nacido en Arroyo Seco, realizó todos sus estudios en instituciones religiosas. Es devoto de san Cipriano, y asegura que “la muestra la armamos desde el amor”.

A pesar de las críticas y los cuestionamientos, ellos aseguran que recibieron felicitaciones y hasta llamados de curas que desean comprarles muñecas de la Virgen de Luján. También los invitaron a exponer en Italia y en Las Vegas.

Santa. Entre las obras que presentarán el 11 de octubre en La Boca habrá una Barbie de 90 centímetros de alto que será “la Santa Barbie, patrona de la belleza eterna. Tiene una corona con espejos y calaveras con strass, en representación de belleza hasta la muerte”, explica Marianela.

La idea surgió a fines de 2013, pero en marzo de este año iniciaron el proceso artístico, que –fiel a su estilo– implicó el uso de objetos de la infancia. Cada “virgen muñeca” les llevó diez días de trabajo, y tuvieron que recorrer ferias y casas de usados para comprar blondas de todas las décadas.

“Las que son de los 80 están como nuevas; en cambio, las de los 90 tienen el pelo cortado y están pintadas. Y todas tienen las manos mordidas. Tuvimos que restaurarlas”, dice Marianella, que pese a su amor por las muñecas sólo tuvo la Barbie tropical.

En el caso de los Ken, el proceso fue el mismo, e incluso a algunos les agregaron extensiones con cabello de otras muñecas. “Yo me encargo del moldeado, los cortes en los muñecos y la ropa, y Pool los pinta”, precisa Marianela.

“No intentamos bajar línea contra la Iglesia, esto va más allá. Tampoco buscamos fama. Es algo pasatista, con humor, que generó que por ejemplo se hablara de la Difunta Correa en Rusia, donde no la conocían”, remarca Emiliano.

Tampoco quieren que comparen su obra con la del artista León Ferrari (ver aparte). “Nos queremos alejar de la comparación con Ferrari porque es una falta de respeto hacia él. Soy su seguidor, y conozco que él atacó a la Iglesia por las vinculaciones de la institución con la dictadura. Nosotros queremos dar otro mensaje”, explica Pool.

León Ferrari, el antecedente
León Ferrari fue uno de los artistas argentinos más reconocidos mundialmente por la polémica que generó con sus obras, en las que abordó temas como la religión, la guerra, el sexo y el poder. Ganador de numerosos premios internacionales, el artista plástico falleció el año pasado a los 92 años.

Uno de los trabajos que generaron más polémica fue la muestra Retrospectiva, que se expuso en el Centro Cultural Recoleta en 2004. En esa ocasión utilizó íconos cristianos en la construcción de sus obras. La más recordada es la escultura La civilización occidental y cristiana, donde aparece la imagen del Cristo crucificado sobre un avión de las fuerzas armadas norteamericanas, en alusión a los muertos por la guerra de Vietnam. En ese entonces, la Iglesia Católica calificó la muestra como una “blasfemia” por ofender a los símbolos religiosos, y uno de sus principales detractores fue el entonces cardenal de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Bergoglio. Además, grupos católicos presentaron una denuncia, por lo que la Justicia decidió cerrar la muestra durante casi veinte días. Si bien luego fue reabierta, Ferrari la cerró un mes antes para evitar más controversias.

Homenaje a Vietnam (1966), Tucumán arde (1968) y Malvenido Rockefeller (1969) fueron algunos de los trabajos artísticos con los que hizo alusión a las guerras, el terrorismo y el poder.