“El sistema es simple: elegís una mesa, te conectás y pagás por el tiempo que estás. El valor de la hora incluye el coffee break”, ilustra Florencia Faivich, una de las socias de Urban Station, un ingenioso espacio en Palermo que no cobra por lo que se consume, sino por el “alquiler” temporario de servicios de oficina, además de un ambiente laboral relajado y café, claro.
Por $ 19 la hora ofrece wi-fi, impresiones, mensajería, artículos de librería, correo privado y hasta la posibilidad de poner la dirección en la tarjeta personal. Se trata de una tendencia que seduce cada vez a más jóvenes profesionales y en la Ciudad ya hay al menos siete lugares con estas caraterísticas en Palermo, Belgrano y Microcentro.
Martín Frankel es socio gerente de Areatres, empresa que también apunta a seducir a los clientes que nacen con el crecimiento del trabajo descentralizado. Para él, entre las claves del negocio se destacan: “El diseño del lugar, la tecnología y la comodidad para el cliente” y cree que la posibilidad de que coincidan en un mismo espacio diferentes perfiles de profesionales potencia el trabajo: “Se genera una red y se fusionan energías entre todos los emprendedores”, analiza desde su local, en Palermo Soho.