Desde la República Popular China la Presidente Cristina Fernández de Kirchner afirmó hoy que Argentina tiene "características muy especiales en cuanto a su capacidad como productor de alimentos", ya que "prácticamente toda su superficie es cultivable".
Asimismo, la presidente confirmó que "hoy estamos en condiciones de producir alimentos para más de 500 millones de personas, la República Argentina tiene apenas 40 millones, o sea menos del 10% de lo que puede producir en capacidad alimentaria".
Paradójicamente, lo dijo el mismo día en que se conoció la muerte de Alan Mijael Villena, un bebe de nueve meses que falleció a causa de un cuadro de desnutrición. O sea, murió de hambre en el país de la producción alimenticia.
Expertos confirmaron al Diario Perfil que el tipo de desnutrición frecuente es la crónica y que afecta al 8% de los niños menores de 6 años y a un 9% de los escolares; es decir, unos 700 mil niños. Si bien no hay estadísticas oficiales desde el 2007. Un informe publicado por la UCA en el 2013 confirma que el 38,8% de los niños y jóvenes residentes en zonas urbanas –cerca de 5 millones de menores– viven en situación de pobreza y un 19,6% padeció inseguridad alimentaria.
El Doctor Abel Albino, creador y presidente de la Fundación Cooperadora para la Nutrición Infantil (CONIN), afirmó que Argentina es el "primer país del mundo en riqueza en relación a sus habitantes". Sin embargo, Albino indicó que "el 30% de la población argentina está bajo la línea de pobreza", tras lo cual disparó: "Tenemos funcionarios ricos y una población pobre".
No es la primera vez. El año arrancó con una noticia que conmocionó a varios argentinos: Néstor Femenía, un niño de siete años de la comunidad Qom del Chaco, murió por un grado de desnutrición avanzado al que se le sumó una tuberculosis pulmonar.
La polémica creció tras las declaraciones de algunos funcionarios del gobierno, quienes se desligaron de todo tipo de responsabilidad y buscaron culpar a otros por el "caso aislado", tal como lo mencionó el Jefe Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien también es Gobernador del Chaco en uso de su licencia. Veinte días después se conoció la muerte de Marcos Solís, un niño wichi de Salta, muerto por un cuadro "severo de desnutricón". Otra vez, el hambre.
En las últimas semanas, también tomó relevancia la internación de dos niños guaraníes, esta vez en la provincia de Misiones. Aunque esta vez la situación no derivó en nuevas víctimas fatales, ambos niños sufrieron un cuadro grave de deshidratación y desnutrición.
Hoy, mientras la Presidenta ponderaba ante las autoridades de un país con más de 1.300 millones de habitantes las bondades de la producción alimenticia argentina, en la que también destacó la producción de leche maternizada de la "más alta calificación del mundo", un bebé murió de hambre en un país con 40 millones de habitantes.
(*) De la redacción de Perfil.com | Twitter: @nahiherrera