El polémico "homenaje" de Eduardo Labarca, el escritor chileno que orinó la tumba Jorge Luis Borges en Ginebra, ya consiguió el repudio. El secretario de Cultura, Jorge Coscia, calificó esa transgresión como “un hecho violatorio” hacía uno de los grandes hombres que dio nuestra literatura.
"Es sólo un intento de parricidio, porque no se lo puede matar a Borges", consideró Coscia como replica a la teoría de Labarca, que había dicho que se debe negar a los grandes autores ("no se puede ser borgeano, nerudiano") con la consigna "hay que matar al padre y orinar al maestro. Me tomé esa foto hace tres o cuatro años".
La imagen del escritor chileno, que por estos días se encuentra de vacaciones en su país natal pero reside en Austria, apareció en la portada de su último libro El enigma de los módulos. "Borges debe ser juzgado como escritor. Como muchos hombres ha sido cambiante. (Leopoldo) Lugones era socialista y luego fue uno de los ideólogos del golpe de Uriburu", respondió Coscia.
En diálogo con Perfil.com, Labarca había dicho que lo suyo era un “homenaje al maestro y un repudio al (Borges) ciudadano” a raíz del apoyo que el intelectual argentino le brindó tanto a la dictadura local como a la chilena: "Estando anciano, casi ciego, se vino a Chile a saludar al dictador (Augusto) Pinochet en los días en que estaba matando".
El secretario de Cultura, expresó que "a pesar que dice que utilizó una botella con agua, no hay ningún aporte en orinar una tumba. Eso sí, está logrando su cometido; más de uno ahora va a ir a comprar su libro" y sostuvo que "por más que se intente ensuciar a Borges, es un hecho en vano, dado que su reputación como escritor sobrepasa cualquier juzgamiento de su personalidad".