El conserje del hotel Central Park 11, que funcionaba contiguo a Cromañón, complicó hoy la situación del empresario Rafael Levy, dueño del predio en el que funcionaba la discoteca, y relató numerosas reuniones que mantuvo con Omar Chabán y su mano derecha, Raúl Villarreal.
Esas reuniones presuntamente tuvieron por objetivo analizar las protestas de clientes del hotel por la filtración de ruidos desde Cromañón las noches de recitales, ante las "innumerables quejas de los pasajeros".
El conserje Maximiliano Chaparro relató las frecuentes visitas de Chabán y Villarreal al hotel para entrevistarse con Levy, el empresario que fue desprocesado por la Cámara del Crimen de imputaciones por su supuesta responsabilidad en la tragedia.
El conserje también describió una serie de reformas edilicias en el lugar previo a la inauguración de Cromañón, entre ellas que fueron tapiadas tomas de aire ubicadas en el techo, que describió como "grandes ventiladores".
El hotel y Cromañón tenían comunicación directa, que el conserje mostró en una fotografía que le exhibió el tribunal.
Más aún, recordó que en la folletería y la página web del hotel Cromañón se ofrecía como "Central Park Stadium" un local presuntamente "del hotel, con capacidad para unas 4.000 personas".
Chaparro narró incluso, a modo de anécdota, que después de la tragedia discutió con el entonces ministro del Interior, Aníbal Fernández, porque los bomberos y policías no estaban provistos de instrumentos elementales para la emergencia como, por ejemplo, linternas y mascarillas.
El relato del conserje se extendió por casi dos horas y si bien inicialmente estaba previsto para aclarar cómo se había cortado el suministro eléctrico, terminó siendo más amplio.
Sobre la energía eléctrica, aseguró que nunca se cortó en el hotel. Un rato antes, un cabo de bomberos de la Policía Federal reconoció que fue él quien quitó los fusibles del tablero callejero, con lo que el boliche se quedó sin energía eléctrica la noche del siniestro.
Sin embargo, por la secuencia temporal que describió el cabo David Antonio Coronel todo parece indicar que Cromañón estaba sin luz desde antes de ese momento, probablemente por un corte de suministro desde un tablero interno.
Eso mismo declaró Guillermo, un sobreviviente de 26 años, que estuvo en el recital de Callejeros la noche del 30 de diciembre de 2004, cuando se produjo el incendio que provocó la muerte de 194 personas. La luz, sostuvo, se cortó "apenas paró la música" de la banda.
Coronel explicó que la dotación de la que formaba parte estaba integrada por siete personas y fue la primera que llegó a Cromañón: "Cada uno tiene su función, están los que llevan la línea (la manguera) y yo, que soy electricista, soy el encargado de cortar la luz y el gas. Cumplí con mi función y me fui hacia el local a rescatar gente".
"Saqué los APR, que son los fusibles del tablero que suministran energía", respondió Coronel cuando el tribunal le pidió mayores precisiones.
Tras describir el rescate de víctimas del interior del boliche, que "estaba todo a oscuras", Coronel se dirigió hasta el hotel que funcionaba contiguo a Cromañón, y comprobó que "no tenía luz".
Sin embargo, el concesionario de la confitería y restaurante del hotel, Juan Carlos Stabile, pareció contradecir esa versión, ya que afirmó que en el área en la que él trabajaba "siempre hubo corriente eléctrica" y, más aún, recordó que también había luz en la zona del lobby del hotel.
El relato de Stabile aportó dos datos significativos: la comunicación que existía entre Cromañón y el hotel a través de un pasillo y una puerta internas ("no había que salir a la calle para llegar al boliche") y que "una semana o diez días antes" de la tragedia el portón de salida alternativa que la noche de la tragedia estaba cerrado con alambres y candado, estaba abierto.
De hecho, por allí ingresó Stábile el catering para un festejo de fin de año que se realizó en Cromañón, aunque también aclaró que esa fue la única vez que lo observó abierto, ya que previamente siempre lo había visto cerrado.
Por su parte, Guillermo relató que luego del incendio vio a Chabán salir de Cromañón y le dijo que tenía razón respecto a las advertencias que había hecho antes del recital sobre que no se tirara pirotecnia.
"Me dijo una palabra que no puedo recordar, pero como que éramos todos unos pelotudos, se agarró la cabeza y dijo 'son unos hijos de puta, yo sabía, yo sabía'", sostuvo.
También relató que antes del show Chabán dijo que en el local había más público del que entraba e identificó a gente con pecheras que decían 'Control Callejeros', como quienes hacían los cacheos antes de ingresar y quienes formaban la fila de entrada. Guillermo dijo que en la entrada de Cromañón estaba Lorenzo 'Lolo' Bussi, a quien identificó como el jefe de seguridad de Callejeros.
Luego de relatar cómo logró salir del local de once, Guillermo contó que un hombre le dijo que adentro estaba su hijo de dos años y su mujer, y que al ingresar para ayudarlo vio cómo un grupo de personas robaba plata de la caja registradora de una de la barras de venta de bebidas del boliche.