SOCIEDAD

Del Potro compró una calle en Tandil

La transacción desató la polémica. Cuanto le costó y para qué la adquirió. Reclamos al intendente.

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| Telam

Juan Martín Del Potro va a Tandil cada vez que puede. Allí está su familia y todos sus amigos. Pero la fama que le dio haber ganado el US Open en 2009 hizo que ya no se respire tranquilidad en su casa. Por esa razón compró una calle por US$ 50.000 para unir dos parcelas suyas. La operación desató una polémica en la ciudad, ya que fue el Concejo Deliberante quien aprobó la operación en mayo pasado, según informó el diario El Cronista. Por estos días el conflicto llegó al punto tal que el Frente Para la Victoria (FPV) analiza recurrir a la Justicia para impedir que el municipio siga habilitado para repetir estas ventas.

La votación se dio con el aval del intendente radical, Miguel Lunghi. El oficialismo local impuso la venta por 12 votos contra 8 del Frente Para la Victoria y el PJ disidente. Graciela Ubach, concejal del PJ-FpV, denunció ante el matutino la bronca de la población ya que "no hay modo de preservar el patrimonio tandilense. De lo contrario, cualquiera estaría en condiciones de tener su propia calle”.

En tanto, Claudio Ersinger, concejal de Unión PRO, señaló: "La venta de una calle debería darse únicamente por cuestiones de fuerza mayor, donde haya justificaciones de peso que lo avalen, que no se dio en este caso”. La arteria en cuestión se vendió a US$ 14 el metro cuadrado, un valor dispuesto por el Centro de Martilleros de Tandil.

Si bien desde la oposición consideraron que es un precio demasiado alto, para la concejal radical María Haydeé Condino, ese número "era una buena tasación”, ya que anteriormente se cedieron calles en 20 pesos el metro cuadrado. La radical agregó que la plata recaudada irá a un fondo que se utilizará para comprar tierras para los planes de viviendas y para hacer plantas cloacales.

Inhabilitada. La calle que adquirió Del Potro se encuentra ubicada en la zona del Boliche de Noli, donde posee residencia el tenista. La misma aún no fue habilitada, por lo que no está abierta legalmente. Por allí pasan miles de turistas que aprovechan para espiar la residencia. Esto causó la molestia de la familia que finalmente tomó la decisión de comprar la calle para evitar de esa manera las visitas inoportunas.