Después de las denuncias contra el jardín Tribilín de San Isidro, un establecimiento de La Pampa fue denunciado por presuntos maltratos de las maestras contra los niños.
Se trata del jardín maternal Piruetas, ubicado en la calle Tomás Mason al 600, al norte de la ciudad de Santa Rosa, que fue denunciado penalmente por los padres de los alumnos. Los primeros testimonios indican que los niños eran encerrados si se ponían a llorar, y muchos de ellos comenzaron a mostrar cambios de comportamiento en sus casas.
“A mi hija la encerraban en una habitación con la mamadera donde duermen los bebés porque lloraba mucho", dijo Mariela Lardone, una de las madres, según El Diario de La Pampa. "Ahí la dejaban hasta que se calmaba y un rato antes de que la retirara le lavaban la cara. Me lo dijo una chica que fue desvinculada del jardín y los propios chicos", agregó.
Otros padres notaron "conductas extrañas" en sus hijos: algunos rechazaban sentarse en la silla de comer y otros le tenían miedo al agua, reacciones supuestamente provocadas por presuntas reprimendas que sufrirían los niños en el jardín, según el matutino. Varios niños tienen desde hace meses asistencia psicológica, porque sufrieron cambios en los hábitos diarios, como trastornos en el sueño, pesadillas y ataques de pánico, dijo otra de las denunciantes.
Al establecimiento asisten 26 bebés y niños de hasta cuatro años, atendidos por dos maestras por turno. Está habilitado por el ministerio de Bienestar Social, que abrió un sumario administrativo junto a la cartera de Educación provincial para investigar el caso.